Cómo preparar con éxito unas oposiciones a funcionario
Quienes aprueban no son siempre los que más estudian, sino los que mejor llegan al examen y lo hacen
Se pueden optimizar el esfuerzo presentándose a varias pruebas que tengan contenidos similares
Muchos funcionarios han conseguido sus plazas tras presentarse varias veces al examen
Son tiempos de dificultades para encontrar empleo. Para los jóvenes que buscan entrar en el mercado laboral por primera vez. Y también para trabajadores con experiencia que se quedan descolgados por la complicada situación económica de muchas empresas.
Y, como siempre que hay un hundimiento del empleo en nuestro país, muchas personas se plantean presentarse a alguna oposición a funcionario para acceder a la Administración y asegurarse un trabajo de por vida. Incluso a pesar de que en esta situación de pandemia, se está complicando la realización de exámenes en muchas administraciones.
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Pero tampoco es éste un objetivo sencillo. Para preparar en condiciones una oposición hay que ser muy constante, mantenerse siempre motivado, planificar de forma adecuada el estudio y utilizar técnicas de estudio eficaces. Es una carrera de fondo, que lleva tiempo y sacrificio, y en la que no todos llegan a la meta con éxito a la primera tentativa.
Por ello, dos centros especializados en la preparación de oposiciones con muchos años de experiencia en nuestro país, el Centro de Estudios Financieros (CEF) y Adams , nos acercan las claves para afrontar con éxito la preparación de una oposición:
Información. Antes de empezar a formarse, hay que comenzar por informarse muy bien de todos los aspectos y detalles relacionados con la oposición que se quiere afrontar. Puede hacerse en las propias administraciones, algo que hoy es más complicado por los cierres durante la pandemia; pero también en los propios centros de formación especializados en la preparación de estas pruebas, que dominan todos los aspectos importantes a tener en cuenta.
Consulta la experiencia de otros opositores. Es muy útil recoger de primera mano la experiencia de personas que se hayan presentado antes a las mismas pruebas que el candidato va a comenzar a preparar. Ellos son quienes mejor le pueden trasladar de forma directa algunas de las cuestiones más importantes antes de ponerse manos a la difícil labor de preparar con éxito unas oposiciones.
Motivación. Se dice que los dos aspectos claves para tener éxito son la motivación y la preparación. Para mantener esa motivación siempre alta a lo largo del tiempo y no decaer hay que recordar el motivo que ha llevado a opositar (una situación de desempleo, el deseo de tener mejores posibilidades de conciliación familiar, etcétera). Y tener paciencia, se trata de una carrera de fondo. Una actitud positiva y confianza en
uno mismo y en el trabajo que se está realizando.
Planificación. Aunque se debe dedicar al estudio todo el tiempo posible, pero no hay que obsesionarse y olvidarse de descansar y de reponer fuerzas. Son importantes para estar bien. La organización y el método producen más y mejores resultados que la improvisación. Las personas que aprueban una oposición no siempre son quienes más han estudiado, sino los que mejor llegan al examen y mejor lo hacen.
Técnicas de estudio. Las características de estas pruebas, sus temarios, el tiempo que se dedica a prepararlas… hacen necesario elegir algún tipo de técnica de estudio que aporte un método y facilite el estudio y un buen rendimiento. Además, es importante estudiar en un lugar adecuado para ello.
Persistencia. Si no se logra aprobar una oposición a la primera, hay que insistir. Quien la persigue, la consigue. Muchos opositores que han terminado consiguiendo una plaza de funcionario se habían presentado en varias ocasiones anteriormente a esas mismas pruebas u otras similares.
Varias pruebas. En algunos casos, cuando se prepara una oposición se puede aprovechar el esfuerzo realizado presentándose a varias pruebas de contenidos similares y optar así a varios puestos en un mismo periodo de tiempo.
Repasos finales. Es aconsejable hacer simulacros antes del examen y no cambiar los últimos días las rutinas y hábitos que se han seguido durante toda la preparación.
Descanso antes del examen. Es recomendable llegar al examen lo más descansado posible. Dormir ocho horas antes de la prueba permite afrontarla en mejores condiciones; y ayuda a controlar la ansiedad en los instantes previos a la gran cita.
Naturalidad. Hay que entrenar la mente para que el día del examen sea interpretado como uno más; especial, sin duda, por lo que está en juego, pero uno más. Si se afronta con naturalidad, todo será más fácil.
Familiarizarse con el lugar. Conocer el escenario del examen también ayuda. Es conveniente llegar, aproximadamente, 30 minutos antes de la hora y familiarizarse con el lugar. Esto permite al cerebro sentirse más cómodo y concentrarse en lo que realmente importa.
Concentración. Desde el primer momento el opositor debe estar concentrado el día de la prueba. Se debe evitar a toda costa posibles perturbaciones en los momentos previos al examen y durante el mismo.
Examen. Si al recibir la prueba por parte de los examinadores se está excesivamente nervioso, es preferible dedicar cinco minutos a hacer pequeños ejercicios de respiración y concentración antes de comenzar a responderlo.