Primeras luces del día sobre la cubierta del Open Arms. "Permanecen 121 personas todavía, en un estado más o menos estable, pero teniendo en cuenta que cada minuto que pasa la situación empeora y necesitan urgentemente ser desembarcadas en un puerto seguro ya", reclama Anabel Montes, jefa de misión. De ahí que aguarden noticias y la única esperanzadora, la que les llega no de Italia, la más próxima a esas aguas, sino de Valencia.
"Hay un deber de humanidad con respecto a unas personas que se juegan la vida para buscar una tierra donde no haya guerras, una tierra donde puedan vivir", como indica el alcalde de la ciudad, Joan Ribó. Ofrecen su puerto, como ocurrió con el Aquarius y al que el Ejecutivo de Pedro Sánchez también abrió los brazos. La decisión ahora igualmente es suya y está dispuesto a recibirlos siempre como último recurso.
El PP, en boca de su vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, le pide que sea responsable. "Seriedad, sentido de Estado y que la respuesta de España siempre venga en coordinación con la Unión Europea. Si es responsable el Gobierno, el Partido Popular va a estar ahí".
Otros países, como Grecia, estarían dispuestos a acogerlos. De momento, Malta ya ha dicho sí a los 40 que van a bordo de otro barco, el Alan Kurdi, también de rescate en la misma zona del Mediterráneo en la que sigue pendiente la ONG española.