El dueño de un perro de raza bóxer ha sido condenado a 16 semanas de cárcel y le ha sido totalmente prohibido tener animales durante el resto de su vida tras maltratar a su mascota. La condena ha sido emitida por el tribunal de la ciudad británica de Keighley. Al parecer, el dueño del perro Smiler maltrataba continuamente al animal. Hasta tal punto llegaba las agresiones que un día bañó a su mascota en la bañera llena de lejía.
Al parecer el detenido llenó el baño de agua y lejía y frotó por todo el cuerpo a su perro. Durante el baño, el maltratador frotó los ojos del bóxer con grandes cantidades de lejía. Una vez terminó la tortura, el hombre golpeó en repetidas ocasiones al animal y le abandonó inconsciente en el interior del baño de su vivienda.
Fueron unos vecinos los que dieron aviso a los veterinarios y a los agentes tras observar por la ventana el grave estado en el que se encontraba Smiler. Cuando los veterinarios y los agentes consiguieron entrar en el domicilio, el dueño fue detenido y el perro fue trasladado en estado de urgencia hasta un veterinario.
Fue en este centro médico donde los especialistas tuvieron que tratar las contusiones que había sufrido el animal durante la paliza y tratar los ojos y la piel irritada que tenía el perro debido al baño con lejía. Además, los veterinarios también le tuvieron que quitar un diente debido al mal estado de la dentadura del bóxer.
Ahora, Smiler se encuentra en una clínica veterinaria recuperándose de las secuelas que le ha dejado el maltrato. Su cuidador, Bagley, ha declarado a medios de comunicación como el periódico británico ‘The Sun’ que Smiler es “un perro muy dulce que ama a la gente” y que, actualmente, “está recuperándose bien y aumentando de peso”.