La obesidad es la principal afección preexistente que provoca la mayoría de las hospitalizaciones por covid-19 según un estudio publicado en el 'Journal of the American Heart Association' (JAHA). Por detrás estarían la hipertensión, diabetes e insuficiencia cardíaca. Hoy se celebra el Día Mundial de la Obesidad y muchos especialistas aprovechan esta jornada para recordar que el simple hecho de tener sobrepeso puede aumentar el riesgo y vulnerabilidad ante la enfermedad.
Estudios recientes afirman que las personas con obesidad o sobrepeso por coronavirus y fallecer debido a la infección. Los expertos aconsejan bajar de peso para reducir ese riesgo y evitar los malos pronósticos en caso de contagio.
La evidencia científica se corrobora con los datos recogidos en los centros sanitarios. Diferentes pruebas y muestreos han llevado a los investigadores a determinar que el 94 % de los pacientes que han tenido que ser ingresados debido a las complicaciones del virus padecían obesidad, diabetes o hipertensión. Además, en la investigación también se ha detallado que, exactamente, el 88% de los enfermos ingresados padecían dos de estas tres enfermedades.
La Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) reconocían recientemente que las personan con obesidad tienen un 46 por ciento más de probabilidad de contagiarse.
La vacunación de las personas con obesidad ha sido considera en países como el Reino Unido prioritaria ante colectivos como las personas mayores de 80 años. Pero últimamente hay dudas sobre la eficacia de ciertas vacunas como al de Pfizer BioNtech en este grupo de población.
Un estudio de investigadores italianos citado por Revista Médica, afirma que la cantidad de grasa corporal afecta a la efectividad de la vacuna de Pfizer, de forma que en este tipo de poacientes, la efectividad del suero disminuye hasta la mitad.
Otra de las consecuencias de la baja efectividad es que haría falta la administración de una tercera dosis para alcanzar los niveles de inmunización de personas que no padecen sobrepeso. También existe la alternativa de que las dosis administradas sean más elevadas.
Pero este no es el único inconveniente de ser obeso en un entorno de covid. Investigadores de la Universidad de Tulane, la Universidad de Harvard, el MIT y el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) han evidenciado que la obesidad, la edad y la infección por covid-19 se correlacionan con la propensión a exhalar más gotitas respiratorias, que son los principales propagadores del SARS-CoV-2, el virus que causa la pandemia.
Utilizando los datos de un estudio de observación de 194 personas sanas y de un estudio experimental de primates no humanos con covid-19, los investigadores descubrieron que las partículas de aerosol exhaladas varían mucho entre los sujetos. Las personas de mayor edad, con índices de masa corporal (IMC) más elevados y con un grado creciente de infección por covid-19, presentaban un número de gotitas respiratorias exhaladas tres veces superior al de los demás grupos de estudio.
Desde la Universidad de Navarra, el catedrático en Salud Pública, Miguel Ángel Martínez González sostiene que la dieta mediterránea podría reducir el riesgo de enfermar con covid-19.
Según este experto, la obesidad hace que la infección por coronavirus sea más frecuente y más grave. Se trata de un problema que desde el inicio del confinamiento se ha visto multiplicado ya que el sobrepeso y obesidad consecuencia del sedentarismo o los malos hábitos alimentarios ha provocado "exceso de peso que afecta ya a un 70%" de la población española.