El novio de Sara Gómez la acompañó el pasado dos de diciembre a la clínica de Murcia donde se sometió a una lipoescultura. De profesión policía, ha explicado que prefiere mantener su anonimato, pero ha asegurado que le engañaron. “Se me transmitió en todas las horas de espera que Sara estuvo en la clínica que había unas complicaciones leves”. La joven murió en Año Nuevo tras pasar un mes en la UCI batallando por su vida.
De saber la gravedad, explica el novio de Sara Gómez, habría pedido que la trasladaran a un hospital de inmediato. La mujer, de 39 años y con dos hijos, se sometió una lipoescultura abdominal flancos y espalda baja para después hacerle una lipotransferencia de grasa a los glúteos. Una intervención de tres horas.
La pareja de Sara ha explicado en declaraciones a El Español que hay mucho que contar de lo que sucedió en aquella clínica privada de Cartagena pero que solo lo contará en un juzgado. Insiste en que el cirujano habló con él a las 15 horas para decirle que la operación había ido bien pero que había perdido mucho líquido y sangre, algo dentro de lo normal, y que estaban tratando de estabilizarla. “Todo perfecto, tal y como Sara había pedido. Estamos ahí con ella a ver si la estabilizamos pero no te preocupes, en cuestión de poco subirá a planta”, le dijo.
A las seis, el médico fue a buscarle para pedirle que firmara el traslado de Sara a un hospital argumentando que en la clínica no había servicio de urgencia de noche. Volvió –cuenta- a transmitirle tranquilidad.
Sin embargo, Sara fue llevada la UCI del Hospital de Murcia y ya nunca salió de allí. Tras su muerte en Año Nuevo después de 29 días en cuidados intensivos, la familia ha denunciado al médico por homicidio.
Este policía insiste en que le engañaron. “Si la decisión de derivarla no se hubiera tomado a las seis de la tarde, sino antes, muy probablemente Sara no estaría ahora mismo donde está. Ha acabado así por todo el estrés que sufrió su cuerpo durante todo el tiempo que estuvo allí desangrándose”.
Sara Gómez llegó al hospital de Santa Lucía con “peritonitis fecaloidea y biliar. Necrosus isquémica de colon y de la pared abdominal. Múltiples perforaciones intestinales. Perforación duodenal”, afirma el novio.
El día cuatro de diciembre Sara fue declarada Código Cero, es decir, paciente prioritaria para recibir un trasplante de hígado. Murió el 1 de enero, según al autopsia por “complicaciones derivadas de tratamiento quirúrgico estético” debido a “un fallo multiorgánico irreversible”.