El caso de las niñas de Alcàsser vuelve a primer plano de la actualidad, hace casi tres décadas no se encontraron restos de Toñi, Desirée y Miriam en los coches del desaparecido Antonio Anglés y del condenado Miguel Ricart, pero décadas después una juez ha pedido que se revisen con técnicas forenses más actuales.
Después de 29 años en un depósito judicial, estos dos coches con un punto rojo pueden tener aún qué contar del triple crimen de Alcàsser. A La Guardia Civil le interesa sobre todo el blanco, el Corsa en el que Antonio Anglés y Miguel Ricart raptaron a las menores a las que violaron y asesinaron en 1992.
Los agentes buscan ADN de Miriam, Toñi y Desirée en el vehículo con las nuevas técnicas de revelado de sangre y fluidos, la jueza del caso ordena también a Toxicología el análisis genético de 50 pelos descartados antes del juicio.
Amparo Peris, presidenta de la Asociación de Criminología de la Comunidad de Valencia, asegura que muchos casos se han esclarecido gracias al perfeccionamiento del ADN.
La nueva investigación sabe agridulce, con nuevas pruebas se podría afianzar la acusación contra Antonio Anglés, desaparecido y en búsqueda internacional, por si estuviera vivo y se le detuviera. Miguel Ricart cumplió 21 años de prisión y está en libertad.