El cierre del espacio aéreo del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas ha sido la drástica medida adoptada por el Ministerio de Transportes ante la presencia de un dron en sus espacio reservado. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) recuerda que "los drones no son juguetes, son aeronaves" y aunque el uso de éstos sea de forma recreativa es necesario conocer la norma ya que hay que utilizarlos en los espacios adecuados y respetando las medidas de seguridad.
Los drones suelen ser uno de los regalos más demandados, por ello, desde AESA se apela a la responsabilidad de los adultos para que expliquen a los más pequeños cómo y dónde deben usar el dron.
La Agencia cuenta con un vídeo sobre cómo usar un dron de forma lúdica, enfocado especialmente hacia los más jóvenes, que tiene como objetivo prevenir posibles incidentes causados por una mala utilización de estas aeronaves que tanto éxito tienen y especialmente en esta época navideña que está comenzando.
La protagonista del vídeo es una adolescente a la que regalan un dron y que invita al usuario a conocer lo que se puede y no se puede hacer con la aeronave.
El objetivo del mismo es educar en materia de seguridad aérea y prevenir posibles incidentes con el uso de drones, que por primera vez están regulados de forma específica en la disposición adicional segunda del RD 1036/2017, por el que se regula la utilización civil de las aeronaves pilotadas por control remoto.
El vídeo tiene una versión en castellano y otra en inglés, ambas con subtítulos, y explica cómo volar el dron de forma lúdica y segura. Además del vídeo, AESA cuenta con un folleto informativo en el que también se incluyen los requisitos básicos para poder habilitarse como operador profesional.
La norma indica que, para volar el dron, siempre hay que tenerlo a la vista, y no volar a más de 120 metros del suelo. Solo volar de día, en condiciones meteorológicas adecuadas (sin niebla, sin lluvia y sin viento) y en zonas adecuadas para ello, y siempre a 8 kilómetros de los aeropuertos o aeródromos.
En todos los casos hay que volar con seguridad y bajo supervisión de un adulto. No se puede olvidar, que cada piloto es responsable de los daños que pueda causar su dron. No es obligatorio, pero sí es recomendable un seguro a terceros.
Sólo se puede volar el dron sobre edificios, o reuniones de personas al aire libre si éste pesa menos de 250 gramos y no se vuela a más de 20 metros de altura. Si pesa más de 250 gramos no se puede volar ni sobre edificios ni personas y tiene que volar en zonas adecuadas para ello, sin poner en peligro a otras personas ni a otras aeronaves en espacio aéreo no controlado.
Se puede volar de noche el dron, siempre que no pese más de 2 kilos y no se superen los 50 metros de altura. Aunque, si pesa menos de 250 gramos, la altura no puede superar los 20 metros.