Cada vez hay más gente enganchada al móvil en todo el mundo, una dependencia que el Gobierno italiano se plantea combatir por Ley. Quieren regular una adicción que nos hace vivir en un estado de ansiedad permanente, sin poder dejar de mirar las pantallas.
La generación con la cabeza gacha. Muchas personas llegan a sentir la necesidad de tenerlo siempre en la mano, como una nueva extremidad. Y si se queda sin batería se quedan bloqueados.
El 21% de los jóvenes españoles tiene nomofobia, o lo que es lo mismo, angustia al separarse de su móvil, y necesitando tener cobertura en todo momento.
De media en España miramos la pantalla de nuestro teléfono unas 150 veces al día. Incluso llegando a pasar más horas con el móvil que durmiendo.
Un problema ya presente entre las familias, en las que muchas conversaciones han desaparecido dejando paso al sonido de los mensajes recibidos.