Adiós pareja, amigos y conversación: la nomofobia se extiende y muchos no saben que la tienen

  • Ocho de cada diez españoles sufren Nomofobia

  • La caída de Facebook, WhatsApp e Instagram pone de relieve la adicción y dependencia a estas plataformas

  • "Nos hacemos más intolerantes a las esperas, al aburrimiento"

La caída a nivel mundial de Facebook, WhatsApp e Instagram durante más de seis horas el pasado 4 de octubre ha confirmado lo que todos ya sabíamos: somos dependientes del móvil y de las nuevas tecnologías. La Nomofobia es el nombre que recibe la patología que padecen las personas que tiene un miedo irracional a estar desconectadas.

No es una broma. Lo sufren ocho de cada diez españoles y ahora, un estudio de la Universidad de La Rioja ha revelado que la mayoría son niños y mujeres. Los datos no dejan lugar a dudas. El 53% sufre ansiedad si pierde su teléfono o si se queda sin batería, según un estudio elaborado recientemente por el IMF Business School. Además, se da la circunstancia de que uno de cada tres usuarios cree que su pareja dedica más tiempo a su móvil que a la relación. Ignorar a una persona por estar pendiente del móvil también tiene un término concreto, se le llama Ningufoneo.

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Pero ¿por qué se produce esto?, ¿Quién puede llegar a padecerlo más? o ¿Qué síntomas pueden padecerse?, son las preguntas a las que Fabián Cardell, Profesor del Máster de Psicología en la Universidad Pontificia Comillas y experto en adicciones tecnológicas, da las claves para conocer más sobre un problema que cada vez sufrimos más y a más temprana edad.

Fabián destaca que se trata de un concepto muy nuevo que “aparece en 2011 en Reino Unido a partir de un estudio demoscópico en el que lo que se veía es que hay un porcentaje alto de la población que tiene miedo, inquietud, ansiedad ante la posibilidad de no estar conectado, de quedarse sin batería o de no disponer del móvil, aunque también se podría extender a otros aparatos tecnológicos como tabletas y demás. Pero es normalmente con el smartphone con el que estamos conectados, ahí están todas aquellas las aplicaciones que hasta hace un tiempo estaban asociados a la adicción a Internet, las redes sociales, cámara, juegos, videojuegos...es un aparato al que es fácil engancharse

Nos hacemos más intolerantes a las esperas, al aburrimiento y a otro tipo de emociones negativas

Las cifras que destaca el experto en las adicciones tecnológicas son sorprendentes, afirma que 8 de cada 10 personas lo sufren: “En los últimos años la cifra ha ido aumentando, es un fenómeno que tiene diferentes causas, a nivel social porque vivimos en una época de transformación digital en el que cada vez la tecnología está más enraizada en nuestra vida, eso nos facilita nuestro día a día, nos hace las cosas más cómodas, que los tiempos de espera sean cada vez menores, que consigamos las cosas con más inmediatez. En el lado negativo está que cada vez nos hacemos más intolerantes a las esperas, al aburrimiento y a otro tipo de emociones negativas. Disponer del móvil cerca cada vez que nos sentimos un poco más aburridos, con emociones más negativas, nos va haciendo poco a poco más dependientes

Adolescentes más vulnerables

Entre el grupo de edad que tiene más riesgo de padecer adicción al teléfono móvil son los adolescente, Fabián destaca a este grupo porque tienen una serie de características que hace que sea más fácil que se puedan enganchar: “Los adolescentes lo que tratan de hacer es todo lo que sea más excitante con menos esfuerzo, será más fácil que se enganchen, además, tienen más dominio de las nuevas tecnologías, de las redes sociales, poco a poco van haciéndose más dependientes de las nuevas tecnologías y toleran cada vez peor cuando no lo tienen. Es fácil que simplemente con el hecho de que no se conecten o se queden si batería, esto les genere mucha ansiedad y mucha angustia.”

El 'Ningunfoneo'

“Cada vez más está aceptado socialmente que las personas puedan tener dependencia a las nuevas tecnologías y cada vez se va tolerando más en una conversación de tú a tú, puedas tener a una persona con la que estés hablando y en mitad de la conversación se ponga a chatear o priorice de alguna manera, las conversaciones y los contactos virtuales que los contactos presenciales. Cada vez se asocia menos a mala educación."

Utilizamos las tecnologías como una prótesis emocional, como un escudo en el que nos ayuda a manejar esas situaciones que pueden ser un poquito incómodas

Fabián Cardell explica que actuamos así porque de alguna manera utilizamos el móvil como escudo ante situaciones que nos parezcan incómodas: “Cada vez que tenemos alguna sensación o alguna emoción que nos genera algo de malestar, que puede ser incluso la misma conversación que estás teniendo con la persona que tienen delante, utilizamos las tecnologías como una prótesis emocional, como un escudo en el que nos ayuda a manejar esas situaciones que pueden ser un poquito incómodas. Cuando esto se convierte en la única forma de afrontar este tipo de situaciones, ahí es cuando tenemos un problema.”

Los síntomas

Los síntomas de la Nomofobia van desde ansiedad, se han documentado ataques de pánico, situaciones de enfado, de ira, estrés. El experto en adicciones explica en qué situaciones se encuentran algunos de los pacientes que acuden buscando ayuda: “Incluso me he encontrado con pacientes, sobre todo con adolescentes, porque este tipo de problemas vienen cada vez más a la consulta menores y adolescentes, que ante el hecho de no saber si podrán utilizar el móvil al día siguiente, esto les genera muchísima ansiedad y muchísimo enfado, llegándoles incluso a afectar al sueño.”

¿Qué se puede hacer para evitarlo?

El Profesor del Máster de Psicología en la Universidad Pontificia Comillas diferencia los métodos a emplear dependiendo del grupo de edad en el que se encuentre: “Mi recomendación es sobre todo predicar con el ejemplo. Los niños aprenden mucho más por lo que se hace que por lo que se dice. No podemos estar pidiendo que no utilicen las nuevas tecnologías y nos vean a nosotros todo el rato que si no es la tableta es el ordenador o el móvil. Sería interesante en niños y adolescentes potenciarles otro tipo de actividades como la lectura, el cine o actividades culturales. Especialmente con adolescentes es importante que separen el tiempo y puedan hacer de todo, enseñarles que pueden compaginar juegos no tecnológicos fuera de casa con actividades lúdicas y luego también tener un espacio para el ocio tecnológico, es importante separar mucho los tiempos. Poner horarios de uso es muy importante, facilitarles que tengan relaciones cara a cara. Es importante navegar con ellos para comprender como se relacionan con el mundo virtual y hacerles ver que hay cosas que se puede y otras que no se pueden hacer.”

Los niños aprenden mucho más por lo que se hace que por lo que se dice

En los adultos aconseja que tiene que haber "periodos de desconexión", fijarnos horarios en los que vamos a apagar el móvil o en los que somos conscientes que no vamos a coger el móvil bajo ningún concepto.

Un estudio dice que nos metemos en el móvil unas 150 veces al día, cuando nos metemos sin más porque estamos un poco aburridos, porque nos sentimos un poco frustrados... "Es fácil que nos perdamos pasemos mucho tiempo en Internet y utilizando el móvil. Tenemos que meternos con un objetivo fijo y sería interesante, esto lo hago con algunos pacientes adultos, el irnos permitiendo tolerar algunas emociones que pueden ser un poquito desagradables, como por ejemplo el estar solos o el aburrirnos un poco o el esperar un poco, porque parte del problema de las adicciones tecnológicas tienen que ver con que no somos capaces de tolerar algunas emociones que pueden ser un poco más desagradables y utilizamos el móvil todo el rato para librarnos de esas emociones. Permitirme algunos momentos de soledad, aburrimiento, de espera sin tener el móvil cerca puede ayudar a manejar mejor esta adicción.