Calles vacías, ambiente desolador en una Nochebuena distinta, con cenas reducidas y toque de queda. Las pocas personas que se han visto por las calles, de vuelta a casa, cuentan que a pesar de no haberse podido reunir con todos sus seres queridos, la esperanza de la vacuna anima a pensar en una vida normal muy pronto.
El toque de queda ha hecho que las cenas de Navidad se adelanten y se conviertan en merienda cena. Aun así los poquitos que han podido reunirse para celebrar esta noche de Navidad, han utilizado igualmente las redes sociales para hablar y hacer videoconferencia con el resto de allegados.
La parte positiva de esta atípica Nochebuena ha sido la reducción de los incidentes. Según los datos aportados por el servicio de emergencias de la Comunidad de Madrid, las intoxicaciones etílicas cayeron esta Nochebuena un 70% y un 96% las infracciones de tráfico.
El balance desde la medianoche hasta las 9 horas de este 25 de diciembre, Navidad marcada por las restricciones ante la Covid-19, registra una caída de las llamadas al servicio de emergencias de un 41 por ciento, al pasar de las 2.271 de 2019 a las 1.348 en 2020 frente.
También se desplomaron casi a la mitad el número de agresiones y reyertas. Así, 112-Comunidad ha tenido que atender 77, lejos de las 145 de las Navidades pasadas.
La misma tendencia han seguido los accidentes de tráfico al caer un 67 por ciento, de los 18 en 2019 a los 6 este año. El dato más significativo es el de las infracciones de tráfico, que se desploma un 96 por ciento: han pasado de las 28 hace 365 días a sólo una.
Un 70 por ciento es lo que han caído los incendios registrados en las primeras horas de Navidad, con 11 frente a los 37 del año pasado en una noche que, según 112-Comunidad, no ha registrado sucesos reseñables.