Un joven de 23 años, identificado como David Brennan, de Bartley Green, Birmingham, fue sorprendido cuando conducía un Mini Cooper robado a 137 kilómetros por hora. La policía tuvo que emprender una persecución a gran velocidad antes de que el presunto infractor saltara a la parte de atrás del coche y fingiera no haber estado conduciendo, según recoge Daily Mail.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 3 horas y 20 de la madrugada el pasado 18 de septiembre en la carretera M-6 de Bartley Green. El joven, ante la llegada de los agentes, trató de engañarles fingiendo no haber estado al volante del vehículo robado. Sin embargo, fue interceptado en la M-54, cerca de Wolverhampton.
Los agentes recibieron el aviso de un vehículo robado en Halesowen, West Midlands, por lo que estuvieron atentos ante posibles alertas. Ante la persecución, idearon un plan táctico para detener al presunto infractor. Un policía colisionó su coche contra el de Brennan para no poner en riesgo la seguridad de otros conductores.
“Todo está en la cámara. Tú conducías. No seamos tontos”, le dijo un agente al joven en el momento que este le dijo no haber estado al volante. “No teníamos otra opción para poner fin a la persecución de manera segura. El Mini podría haber incidido en una colisión frontal. Fue una conducción terrible en una de las autopistas más concurridas del país”, señaló el portavoz de policía.
Brennan, desempleado, admitió haber conducido de manera peligrosa, sin carnet, y fue condenado a 18 meses de prisión el 31 de octubre. Ingresó en la cárcel de Birmingham Crown Court y recibió la prohibición de conducir durante 3 años.