Este es el consejo de una madre estadounidense que ha vivido en carne propia las consecuencias de esta mala costumbre de los adultos de besar a los bebés. Su pequeño, de ocho meses sufrió un virus que derivó a una grave enfermedad respiratoria que casi le cuesta la vida. Ahora apela a la razón para evitar las excesivas muestras de cariños que pueden ser letales para los organismos con sistemas inmunes débiles, como los de los niños.
Ariana DiGrigorio compartió en redes su historia y la foto de su bebé AJ, hospitalizado con virus respiratorio que ella achaca a los adultos de los gérmenes que enfermaron a su hijo AJ, que le provocó una insuficiencia respiratoria, según ha publicado The NewYorkPost.
"No seas egoísta. No beses a los bebés. No vale la pena ", DiGrigorio en una publicación de Facebook, que se ha convertido ahora viral. "No sea la causa de que un bebé está hospitalizado (o muerto), porque el bebé era" ¡tan lindo que tuve que besarlo! "
La aterradora vivencia de esta madre comenzó en diciembre de 2017 cuando AJ tenía 8 meses y comenzó con síntomas parecidos a los de la gripe, pero dos meses después, sus síntomas persistieron y empeoraron dando positivo al virus sincicial respiratorio (VSR), el microbio más común que causa infecciones en los pulmones y en las vías respiratorias en los bebés. DiGrigorio cree que su niño fue contagiado por alguien en su guardería, un adulto u otro niño.
Cuando AJ comenzó a tener dificultades para respirar, DiGrigorio llevó a sus otros dos hijos al auto y lo llevó directamente a la sala de emergencias, donde dio positivo por el grave virus respiratorio. La enfermedad causa infecciones en los pulmones y las vías respiratorias, y puede ser grave para las personas con sistemas inmunes débiles, como los bebés.
El pequeño fue ingresado en la UCI y sufrió insuficiencia respiratoria durante semanas en la que los médicos la prepararon para lo peor, por ejemplo "que dejara de respirar". Así estuvo conectado a un ventilador durante una semana, mientras la madre cuenta que apenas durmió en ese tiempo, día y noche al lado de su hijo.
AJ se recuperó y ahora está bien, salvo que sufre de asma; otras familias no han tenido tanta suerte, cuenta DiGrigorio, que sigue en su campaña particular para evitar amigos o parientes besen a los bebés tan pequeños por los riesgos que entraña.