El 90% de las personas que pasan más de tres horas al día frente a un ordenador o pantalla padece o padecerán Síndrome Visual Informático (SVI), consecuencia de enfocar la vista en pantallas durante periodos largos e ininterrumpidos de tiempo, según el Instituto Nacional de Salud e Higiene Ocupacional.
No se trata de una afección que revista una excesiva gravedad, pero por su prevalencia, quizá sea la más habitual relacionada con la visión en adultos y jóvenes, debido a la proliferación de dispositivos móviles y tablets.
Un problema además que lejos de disminuir irá en aumento, ya que se estima que en 2030 más del 30% de los niños y niñas presentarán miopía como consecuencia del excesivo uso de las nuevas tecnologías.
La visión borrosa, la fatiga visual, los ojos secos, irritados o enrojecidos, la visión doble y la dificultad para reorientar los ojos… son los síntomas más comunes del Síndrome Visual Informático (SVI), además de consecuencias como dolores de cabeza, de cuello y cansancio. Estos síntomas pueden verse agravados por condiciones de iluminación inapropiadas (como deslumbramiento o luz intensa brillante), rejillas de ventilación o incluso el aire directo de un ventilador. De todos ellos, el más habitual es tener los ojos secos y el cansancio ocular.
Esto se debe a que, según explica la doctora Nagore Urrestarazu, oftalmóloga del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), “estamos enfocando continuamente, con lo que los ojos tienen que hacer un esfuerzo constante, además mantenemos los ojos muy abiertos debido a la atención que requiere una pantalla, lo que hace que instintivamente reduzcamos los parpadeos, lo que reduce la lágrima y aumenta la sequedad ocular y además por la luz azul-violeta que emiten”.
La especialista del ICQO explica cómo combatir los síntomas más habituales de esta afección, donde el descanso adecuado de los ojos y sus músculos es la recomendación principal, además de ajustar correctamente el brillo de los dispositivos electrónicos. Para ello ejercicios tan sencillos, como parpadear conscientemente una vez cada hora “para ayudar a cubrir el ojo con una capa lagrimal o mirar por la ventana o a algún objeto distante, haciendo que los músculos descansen” son un buen entrenamiento, “son ejercicios de sentido común, pero que a veces con las prisas, principalmente en el trabajo olvidamos”, explica la doctora Urrestarazu.
Además de mantener una postura correcta frente al ordenador, conviene hacer descansos para enfocar la vista a distancia. Es idóneo descansar un minuto por cada 15 para ayudar a disminuir la fatiga ocular. “Se puede aprovechar este tiempo para mirar por la ventana o al menos mirar a lo lejos”. Hay una regla también muy conocida, la llamada 20-20-20, que consiste en que cada 20 minutos enfocar el ojo a 20 pies de distancia (unos 6 metros) por 20 segundos, o si se prefiere, cerrar los ojos 20 segundos cada hora.
Si los síntomas perduran o se agravan conviene realizarse una revisión de la vista para comprobar que no se necesitan lentes correctoras para lejos o que no se padece presbicia, una afección en la vista que prácticamente padece el 100% de la población con más de 45 años.