Un niño de ocho años se quitó la vida el pasado 23 de agosto al saltar desde un noveno piso en Enerhodar, en el sur de Ucrania. El pequeño, conocido en los informes como Anton, habría soportado durante años los malos tratos recibidos por parte de sus padres. Estos admitieron a medios locales que lo golpeaban habitualmente por su mal comportamiento.
Zhanna, que vive en la planta baja del edificio, dijo que escuchó la paliza seguida de silencio y luego el sonido de los pasos rápidos de un niño. "Pasaron varios segundos y hubo un ruido sordo horrible cuando un cuerpo golpeó el suelo", agregó. Tras mirar por la ventana y verlo tumbado boca abajo, llamó a una ambulancia y a la policía.
Andrey, otro de los vecinos, apuntó que "el niño yacía en el suelo mientras sus padres corrían escaleras abajo". Los médicos forenses, después de realizar la autopsia, indicaron que Anton cayó de cabeza y falleció en el mismo momento del impacto contra el suelo.
La policía ha iniciado una investigación criminal contra los padres por no cumplir con sus deberes parentales. Estos, después de alquilar su apartamento, han abandonado la ciudad. Los agentes están intentando dar con su paradero. Se enfrentan hasta a cinco años de prisión si son encontrados culpables.
La directora de la escuela de Anton, Oksana Zelenska, señaló que los progenitores "no estaban interesados en él en absoluto". La psicóloga Zoya Pershyna agregó: "Anton me visitó varias veces para recibir asesoramiento. No lo vi venir".