Izan Alonso de Limase, un niño de cuatro años, se convirtió en el protagonista de la visita de los reyes a Pontevedra reyes para entregar a un colegio rural el ‘Premio Escuela del Año 2020’ de la Fundación Princesa de Girona. El pequeño protagonizó una de las anécdotas más divertidas del día que no tardó en viralizarse y días después sus padres han concedido una entrevista a 'La Voz de Galicia'.
La madre del pequeño ha confesado al diario que el niño estuvo a punto de no acudir a la escuela aquel día porque “con mi hijo no hay protocolo que valga”, pero su marido la convenció: “una visita así solo pasa una vez en la vida”. Así que Izan fue a clase, donde don Felipe y doña Letizia compartieron pupitre con sus alumnos, los niños del Centro Rural Agrupado (CRA) Maestra Clara Torres, cuya peculiaridad es que está repartido en cinco aldeas diferentes.
Allí, en el patio exterior, Izan, enfadado, dio la espalda a todos; ante lo que Felipe VI se agachó para acercarse e intentar conversar con él. El primer intentó fue en vano: Izan permaneció de espaldas, enfadado e inmóvil, pero no conforme con ello el monarca preguntó por él y lo volvió a intentar. Esta vez se aproximó a él desde su otro costado, agachándose nuevamente para hablar. Pero tampoco: el niño negaba con la cabeza, ante lo que Felipe VI le imitó buscando alguna respuesta. Sin lograr mejorar su ánimo en un segundo intento fallido, pasaron los minutos y el pequeño siguió imperturbable, mientras sus compañeros iban a lo suyo.
Sin desistir, Felipe avisó entonces a Letizia y fueron a ello otra vez: el rey se agachó y el niño no le miraba ni a la cara. La profesora le animó a saludar, pero la respuesta era la misma: un gesto que aventuraba un ‘que me dejes’.
“No quiere, no quiere”, se escuchó. Y el Rey, finalmente, decidió rendirse. El niño, por su parte, se quedó ahí, igual de impertérrito, porque el mundo de la infancia… es como es. Sin embargo, sus padres han confesado que esto no quedó así: "Izan acabó hablando con el rey". Y, cuando llegó a casa lo hizo contento, ajeno a lo que había pasado y a la repercusión que esto ha tenido, porque el niño ni siquiera sabía quienes son los reyes, a quienes ahora, sean magos o no, pide "un camión".
Además, los padres que dicen ser "monárquicos" se han mostrado "orgullosos" del Rey de España. "No todo el mundo tiene la deferencia de agacharse para hablar con los niños", han señalado. En este sentido, sí les han molestado las "lecturas políticas" que se han hecho por "una rabieta infantil".