Este ha sido un fin de semana terrible, con cinco ahogamientos en España. Entre ellos, un niño de 10 años y su padre, que murieron el sábado en Arbo, en Pontevedra. El cuerpo del niño ha sido localizado a tres metros de profundidad, a 500 de donde desapareció.
El cuerpo del pequeño de 10 años fue localizado este domingo después de una intensa búsqueda. Había sido arrastrado por la corriente del río Miño unos 500 metros. Estaba a tres metros de profundidad.
“Teniendo en cuenta tantos los drones como los medios de superficie hemos pasado una y otra vez y no ha sido posible encontrarlo. Ha sido gente muy especializada la que lo ha encontrado”, ha dicho un miembro del equipo de rescate.
Ha sido el grupo especial de los buzos quiénes lo han encontrado.
El menor se metió al agua el sábado para sacar su sandalia y lo arrastró la corriente. “En esta zona el peligro es una constante”, dicen quienes la conocen.
El padre de niño se tiró a sacarlo del agua pero la corriente también se lo llevó. Lo sacaron poco después pero pese a los esfuerzos por reanimarle tampoco ha sobrevivido.
La familia había ido a pasar el día al río. La madre y la hermana han necesitado ayuda psicológica.
El Ayuntamiento ha decretado hoy un día de luto oficial. Este accidente ha recordado otro sucedido en 2013 cuando murieron dos hermanos de 11 y 13 años que cayeron al río mientras jugaban.