Una niña estadounidense de dos años, identificada como Mia, ha estado a punto de morir a causa de ingerir demasiada leche. En primer momento parecía una simple infección en los oídos, pero más tarde la pequeña empeoró y los médicos detectaron una grave anemia, según recoge ElCaso.
La madre de Mia, Anastacia Gencarelli, ciudadana de Ontario, EEUU, comentó Babyology que durante la primera semana la pequeña se encontraba con malestar, pero mejoró con los antibióticos que le recetaron en el médico. Sin embargo, al regresar al médico de cabecera tras el empeoramiento de la niña, señala que volvieron a recetarle antibióticos sin observarla tan siquiera con detenimiento.
Mia empeoraba y sus padres decidieron acudir a urgencias. Los médicos le detectaron una anemia grave a causa de una gran ingesta de leche de vaca. La pequeña quedó ingresada en octubre en estado crítico, pero finalmente ha podido superarlo. Un gran susto para toda la familia.