Nunca había sentido la muerte tan cerca. Es lo que asegura el surfista brasileño Pedro Scooby tras haber sido engullido por una inmensa ola de nada más y nada menos que 14 metros.
Sucedió en la playa de las olas gigantes, en Nazaré, Portugal, donde el surfista se convirtió en una minúscula mota al lado de la imponente y terrorífica fuerza del agua, que acabó arrollándole y sumergiéndole.
Además, tras la gigantesca ola luego llegaron otras tantas, también de una altura considerable, que le impedían salir a la superficie. En esta situación, varias motos acuáticas tuvieron que salir a su rescate en cuanto fue viable. Sin embrago, la que consiguió llegar hasta él tampoco pudo cantar victoria. Una nueva ola colosal les persiguió hasta la misma playa.
Pese a las estremecedoras imágenes, afortunadamente, el surfista salió ileso y pudo recuperarse del tremendo susto.