Rebecca Henderson, una niña de 15 años de Billingham, Reino Unido, fue diagnosticada por cuarta vez de cáncer el pasado año, durante las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus. La niña y su familia contaron su historia en la televisión británica para ayudar a otros niños enfermos.
Rebecca fue diagnosticada por primera vez de rabdomiosarcoma, una forma de cáncer que se produce en los músculos, los huesos y los tejidos blandos, a los ocho años, en 2014. Desde entonces se ha enfrentado al cáncer cuatro veces, lo que ha implicado fuertes tratamientos y largas estancias ingresada en el hospital. Rebecca ha recibido ese mismo temido diagnostico en 2014, 2017, 2019 y 2020, según informa Metro.
Los padres de Rebecca, que está siendo tratada en el Great North Children’s Hospital de Newcastle, cuentan que el último diagnóstico y el tratamiento que ha venido después se ha hecho especialmente difícil, sobre todo por las restricciones que impone la pandemia del coronavirus.
Su madre, Tracy, cuenta al citado periódico cómo fue estar confinados por la pandemia y recibir un nuevo diagnóstico: "Como todos, estábamos encerrados en 2020 y Rebecca estaba terminando su tratamiento contra el cáncer después del diagnóstico el año anterior. Fue entonces cuando recibimos la mala noticia de que el cáncer había regresado. Todo el tratamiento para este cuarto diagnóstico de cáncer ha sido durante la pandemia y ciertamente ha añadido un estrés adicional para todos nosotros".
A pesar de los temores de la familia ha ver retrasados los tratamientos de Rebeca a causa de la saturación hospitalaria provocada por los enfermos de covid, los padres afirman que el tratamiento ha continuado sin ningún percance ni retraso y afirman que parece estar funcionando bien. Las preocupaciones de sus padres también se incrementaron ante la posibilidad de que su hija enfermara de covid, lo que agravaría su estado mientras recibía tratamiento.
La familia de Rebecca ha compartido su historia en apoyo a la Fundación Sir Bobby Robson, que en 2016 otorgó una subvención de 1 millón de libras esterlinas para financiar cuatro puestos dentro de la Unidad de Terapias Innovadoras para Niños con Cáncer en el hospital de Newcastle. Rebecca ha participado desde entonces en ocho ensayos de investigación diferentes para encontrar nuevos tratamientos contra el cáncer y ayudar a muchos otros niños que padezcan un tumor como el suyo.