Una familia británica ha rendido un homenaje a su hija, que murió en circunstancias trágicas este verano. Maisie Gooderham, de 10 años, descrita como una "niña hermosa y saludable" a la que le encantaba bailar, sufrió una lesión cerebral inesperada que trágicamente le quitó la vida dos semanas después.
"No teníamos advertencias previas", dijo la madre, Sally, de 47 años, quien describió la condición de Maisie, un aneurisma en el cerebro que causó una hemorragia traumática después de una ruptura en la pared de los vasos sanguíneos, como una "bomba de tiempo haciendo tic-tac en su cabeza".
El mundo de esta familia se puso patas arriba en una calurosa noche de verano cuando Maisie se quejó de un dolor de cabeza. Minutos después, se volvió hacia su progenitora y le dijo "mamá, no me siento bien", antes de colapsar en su regazo.
Los médicos se apresuraron en llegar a la casa de la familia en Essex (Inglaterra) antes de trasladar a Maisie a una unidad de expertos en el Hospital Addenbrooke, en Cambridge. Los doctores descubrieron que había sufrido una hemorragia catastrófica en su cerebro y la colocaron en un coma inducido.
"No tenía ningún sentido porque no había señales", afirmó Sally, quien perdió a su padre a principios de este año. A Sally y su esposo, Ian, de 51 años, se les ofreció alojamiento en la cercana Acorn House, una instalación "fenomenal" para padres operada por Sick Children's Trust.
Mientras los médicos trabajaban por mantener viva a Maisie con oxígeno y suministros de sangre, pronto le dieron a la familia la desgarradora noticia de que no había vuelta atrás para ella. Se tomó la decisión de retirarle el soporte vital pero, antes de hacerlo, Sally e Ian pudieron pasar un último día y una noche con su hija.
"El último día de Maisie hicimos un día de memoria. Le dieron el mayor tiempo posible. Le pintamos las manos y los pies y tomamos huellas. Tomamos mechones de su cabello y sus huellas dactilares. Hicimos algunas fotos profesionales. Vino el capellán y la bendijo", señaló la madre. Maisie respiró sin ayuda durante una hora y 20 minutos antes de morir. Posteriormente, le extrajeron los órganos para donarlos.
Amante de los animales, Maisie también tenía reputación de bromista. "Tenía su propio canal de YouTube y hacía TikToks. A veces llamaba a casa fingiendo que era de un lugar de reparto de pizzas con acento italiano", recordó Sally, quien dijo que Maisie también tenía muchos amigos.
Su funeral se llevó a cabo el pasado 18 de septiembre y, a pesar de una asistencia limitada de 30 personas debido a las restricciones por la pandemia de covid, mostró el impacto que la pequeña tuvo en la vida de otras personas.
Su escuela, White Court Primary, organizó un día sin uniforme de colores brillantes y cerró temprano para permitir que los niños y maestros se alinearan en las calles y presentaran sus respetos a Maisie mientras pasaba la procesión fúnebre.