En una de las playas de Sanlúcar, a las cinco de la tarde de un domingo de agosto, cientos de bañistas son sorprendidos por una narcolancha que tuvo que ser abandonada a la carrera por verse, los narcos, acorralados por la guardia civil.
Los mismos bañístas, que presenciaron este momento de película, rodearon la narcolancha y con sus dispositivos móviles en mano realizaron fotografías y vídeos. Todos querían una foto con los sesenta y nueve fardos de hachís que asomaban en su interior.
Fueron tantos los curiosos que los agentes que custodian la lancha tuvieron que pedirles que se apartasen de los estupefacientes.
Esta estampa solo sorprende a los turistas : ’’yo me quedé alucinando porque era las cinco de la tarde de un domingo , es increíble’’ .El descaro con el que los narcos alijan a plena luz del día ya no es nuevo para los locales.
Este suceso acabó con la detención del traficante.