Los jóvenes y la música, cuando el machismo entra por los oídos

La música es un espacio que siempre ha estado relacionado con los jóvenes y ésta tiene gran importancia en sus vidas, ¿pero qué pasa cuando el mensaje es machista?, la musicóloga Laura Viñuela, consultora en género y experta en analizar y utilizar la música como fórmula para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres, cree que si no se dan las herramientas necesarias a los adolescentes y escuchan la música sin ningún tipo de filtro, “va a sumar una gotita más al vaso del patriarcado que ya se va llenando por todas partes, no solo a través de la música, también a través de la publicidad, redes sociales, televisión, cine, etc… Si incorporamos desde el sistema educativo, desde la familia y desde los medios las herramientas con las que puedan enfrentarse a la cultura popular que se van a encontrar por todas partes, de forma crítica, les estamos dando un paso adelante en su vida”.

En los últimos años hemos visto cómo diferentes ayuntamientos vetaban a algunos músicos para dar conciertos durante las fiestas locales, músicos que tienen en las letras de sus canciones mensajes sexistas. El último conocido fue el pasado agosto en las fiestas de Bilbao, donde el ayuntamiento anunció la cancelación del concierto del rapero madrileño, C. Tangana, por sus letras machistas.

No todas las músicas son iguales, claro está, pero tampoco se puede demonizar a un estilo musical como sucede con el reguetón, asegura Laura Viñuela: "El trap es más machista que el reguetón, porque el reguetón es una música de baile y la música de baile se puede ver desde punto de vista de género de muchas maneras y el baile es un espacio que siempre ha sido femenino"

"Se ha demonizado mucho el ‘perreo’ y el machismo en el reguetón, y yo creo que ahí hay mucho racismo y clasismo en la valoración que hacemos del reguetón, también hay un punto de controlar el cuerpo de las mujeres en el sentido de que usemos nuestro cuerpo para nuestro propio placer, que es lo que hacemos cuando bailamos. Desde el patriarcado una mujer que baila parece que lo hace para que le entre un tío y la mayoría de las veces estamos bailando para nosotras. Muchas mujeres se sienten culpables porque les gusta bailar reguetón porque como les han dicho que es machista piensan, cómo voy a bailar yo esto si no me gusta el machismo. Por ahí se puede leer de varias maneras, en cambio en el trap lo que se representa sobre todo, hay canciones muy machista y otras que no, pero sí que se basa en la masculinidad muy muy agresiva, patriarcal, hegemónica, con todos los tópicos. Es como una cosa muy carca en ese sentido, aunque se venda como moderno, en ese sentido sí que es muy machista”.

Recientemente, un miembro de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, Gervasio García, ha alzado la voz para defender el reguetón y ha defendido el estilo musical como “voz de protesta” para la sociedad. García participa en el Congreso de las Academias de la Lengua Española que se ha celebrado en Sevilla con una ponencia titulada 'Reguetón se escribe con H (de Historia)'.

El historiador ha señalado que en los primeros movimientos del estilo musical sí existía un "machismo universal", sin embargo, según su opinión han adoptado una "crítica social, con una gran vigencia entre la población".

Cuando le preguntamos a Laura Viñuela sobre un artista en concreto que sea ejemplo de machismo en sus canciones, defiende que casi “en el mismo artista encuentras mensajes distintos. Por ejemplo, de los que más se escuchan los adolescentes es Bad Bunnyy, que lo peta, éste puede tener canciones muy machistas de libro como 'Soy Peor' que es el típico clásico de hombre que se vuelve malo porque la mujer le hizo daño. Luego con la misma, tiene una más nueva que se llama ‘Caro’, que subvierte un montón de roles de género, en el videoclip y en la respuesta"

"Lo mismo Maluma, le ves en 'Cuatro Babys'" que fue como canción que abrió la caja de los truenos y "es como primero de machismo, pero luego con 'Felices los cuatro', en realidad te está dando una vía de relación mucho más subversiva que el amor tradicional"

"Creo que son mucho más machistas, aunque tampoco me gusta demonizar los géneros musicales, pero mucho más machistas en el sentido de que son unas masculinidades mucho más agresivas los tipos que hacen trap. Por ejemplo, uno que les encanta y a mí me parece que no hay por dónde cogerlo es Kidd Keo, es una especie como de obviedad de machismo, una cosa muy exagerado que es casi paródico de lo macarra que es. A los jóvenes les hace una gracia que se mueren de la risa, y claro, cuando eres adolescente también quieres escandalizar"

Muchos de los artistas que han sido tachados de sexistas por las letras de sus canciones, se defienden argumentando que es libertad de expresión y libertad artística para crear. La musicóloga destaca que aquí se está confundiendo "libertad de expresión con libertad de agresión. Tú te puedes expresar libremente pero el bien común, la perspectiva ética y el respetar las libertades de la otra persona, siempre ha estado ahí. Si hay un montón de personas, mujeres y hombres, diciéndote que eso que estás diciendo, reproduce un modelo que es agresivo, que es misógino, que es violento, pues revísatelo porque en nombre de la libertad de expresión también se podría hacer un monumento a Hitler. Eso hay que matizarlo"

Laura pide un poco más de creatividad a éstos músicos y habla de lo rancio, donde la creatividad a la que aluden está basada en unos tópicos muy "antiguos, arcaicos y patriarcales, así que si tanto crean pues que se lo curren un poco, y con la misma yo tengo liberta de expresión de decirte que lo que tú haces es patriarcal, no te digo que técnicamente sea malo, pero es una machistada". Lo dicho, hay que escuchar música, entenderla y evitar en lo posible que el machismo y la violencia entre por los oídos.