Justin Jedlica comenzó a los 18 años con esta obsesión de tener un cuerpo perfecto.
Su primera cirugía fue una rinoplastia, después vendrían otras cuatro. Quería que su nariz fuera fina y lo más parecida a la del famoso novio de Barbie.
Después se modificó el hueso craneal, se aumentó el volumen de las mejillas, los labios, las nalgas y el mentón. Así calcula que se ha gastado unos 100.000 dólares, según ha publicado el Daily Mail.
De aquella primera experiencia en el quirófano Jedlica habla como algo inolvidable: "Me sentía tan eufórico", dijo.
El neoyorquino mostró en plató con satisfacción su cuerpo, sus implantes pectorales y casi caricaturescos bíceps fabricados con silicona.
Jedlica aseguró que siente las cirugías como una manera de tratarse igual "que si uno fuera una obra de arte".
Los médicos, invitados al programa 'The Doctors', fueron cautelosos con la decisiones estéticas del invitado. Uno de ellos aludió a los riesgos de tan elevado número de operaciones. Los implantes, explicó, pueden tener complicaciones con el paso del tiempo al sufrir deterioro y desgate de los tejidos de su cuerpo.
A Justin Jedlica no parecen asustarlo estas posibilidades, porque admitió que "siempre existe la posibilidad de que algo salga mal", dijo.
"Estoy dispuesto a aceptar estos riesgos, pero yo no creo que nada vale la pena en la vida viene sin correr riesgos. "Es como pedirle a Picasso no pintar!"