La familia de la mujer a la que hubo que rescatar de un contenedor soterrado de basura, en Marbella, quiere denunciar los hechos. Creen que fue engañada por dos jóvenes que se aprovecharon de la discapacidad psíquica de la chica.
Mónica, su hermana, narra su angustia tras conocer la noticia. Aunque no tiene contacto con la víctima, es su familia y quiere ayudarla ante la mala fe de dos jóvenes que casi acaba en tragedia.
La mujer quedó atrapada en un contenedor soterrado después de que dos jóvenes la convencieran para meterse dentro a cambio de 2 euros. Desde allí, gritaba desesperada mientras trataban de rescatarla con unas complicadas maniobras para no dañarla. Según su testimonio, Mónica cree que se aprovecharon de su discapacidad psíquica.
La maniobra para liberarla del contenedor, soterrado 3 metros bajo tierra, entrañaba mucho peligro, ya que las cadenas interiores que tiene el contenedor pueden llegar a seccionar una mano.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, cuando la policía iba a sancionar a los dos jóvenes por saltarse el toque de queda y de pronto escucharon los gritos y comenzó el rescate.
La mujer agradeció el esfuerzo con un abrazo y se marchó sin presentar denuncia. Pero su hermana sí quiere denunciar los hechos. Además, hará otra gestión: pedir la discapacidad de su hermana para que ingrese en un centro adecuado a su situación.
Un hombre de 43 años ha sido detenido este miércoles en Linares (Jaén) tras confesar haber matado a una mujer cuyo cadáver fue hallado con signos de violencia junto a un contenedor, según han informado a Efe fuentes de la investigación.
El cuerpo de la mujer, con evidentes signos de violencia, semidesnudo, con la cara ensangrentada y los brazos levantados como si hubiera sido arrastrada hasta el lugar, ha sido encontrado a las 3,40 horas por dos operarios de la recogida de la basura, junto a unos contenedores en la calle Baños de Linares, frente a la Plaza de Abastos.
Hasta el lugar se han desplazado varias patrullas de la Policía Nacional de Linares, que observaron un reguero de sangre que los ha conducido hasta el segundo piso de un edificio situado a unas calles de donde se ha encontrado el cuerpo.
Al no recibir respuesta al llamar a la vivienda los agentes han llamado a los bomberos para que abrieran la puerta, encontrando dentro de la vivienda al detenido, que llevaba aún el abrigo y tenía manchas de sangre en los pantalones.
El hombre les ha confesado que él la ha matado porque lo estaba amenazando y extorsionando, y niega que tuviera ninguna relación sentimental con ella, por lo que, en principio, no se trataría de un delito de violencia de género, aunque no se descarta nada y se están investigando todas las hipótesis.