La mujer, que estaba embarazada de cuatro meses, empezó a tener un fuerte dolor de cabeza, luego fueron los vómitos y temblores. La familia no sabía que era lo que pasaba a la joven madre que finalmente perdió su hijo, y todo, por comer carne mechada de la marca La Mechá, contaminada por la bacteria de la listeria.
“Por la noche empecé a encontrarme muy mal y deciden bajarme a dilatación”. Tras varios episodios trágicos de abortos, Teresa se había puesto en manos del mejor equipo médico del hospital Virgen del Rocío. Su embarazo estaba perfectamente controlado: “Entonces no me entraba en la cabeza qué era lo que me estaba pasando ahora”, explica. Hasta que la carne mechada con listeria se cruzó en su camino. “Los padres de mi pareja y el hermano sí que han estado con una gastroenteritis aguda, pero no han llegado a estar ingresados ni nada”, afirma.
Algo más de suerte tuvo la mujer de Alejandro. A las 33 semanas de embarazo le tuvieron que provocar un parto prematuro. Su familia había contraído la listeriosis al ingerir unos montados de carne mechada en un bar, justo antes de comenzar sus vacaciones en Arriondas. De vuelta a Sevilla ingresó en el hospital para dar a luz. Su bebé se salvó de milagro.
La Junta de Andalucía ha decidido retirar todos los productos que comercializa la marca afectada y ha pedido que se revisen todos los utensilios que han podido entrar en contacto con ellos.