El 16 de agosto de 2018 se encontraba en un camino el cuerpo sin vida del concejal Francisco Javier Ardines en el término municipal de Belmonte de Pría-Llanes (Asturias). Hace una semana comenzó el juicio en la Audiencia Provincial de Asturias, con la declaración de dos de los cuatro acusados por el crimen en el que se mezcla una historia de venganza, infidelidades y sicarios a sueldo. La autopsia determinó que la muerte del concejal Francisco Javier Ardines "es de naturaleza violenta y su etiología médico forense es compatible con el homicidio". El principal acusado es Pedro Luis Nieva, que según las acusaciones contrató a dos sicarios, Maamar Kelii y Djilali Benatia, supuestamente encargados de matar a Ardines a través de un intermediario, Jesús Muguruza, cuarto de los acusados.
La mujer de Pedro Nieva, el acusado de inducir en agosto de 2018 el crimen del edil llanisco, Javier Ardines, ha declarado este lunes que su marido "nunca le ha controlado, porque además es una mujer que no le gusta que le controlen". A preguntas de la Fiscal, Belén Rico ha manifestado que "a día de hoy no cree" que Pedro sea el autor de la muerte de Ardines, aunque ha reconocido que en el momento de los hechos si lo llegó a pensar. Al ser preguntada por qué no lo cree ha asegurado que "su marido estaba en Amorebieta". "Yo no creo que él haya eso hecho eso, no lo se", ha manifestado. Después, a preguntas de la defensa de su marido ha asegurado que Nieva "no es ni una persona agresiva, ni vengativa y no cree que sea el responsable de la muerte de Ardines".
La mujer ha declarado que nunca se ha sentido martirizada y ha justificado el espionaje a su móvil porque "no estábamos bien, el matrimonio estaba mal. En esa época estábamos muy, muy mal. Yo estaba mal con él y él estaba mal conmigo, no recuerdo mensaje por mensaje porque hace mucho tiempo pero cuando uno está mal envía una burrada y otro le contestaba con otra mayor", ha declarado.
La mujer de Pedro Nieva ha negado que su marido estuviese "desesperado" tras descubrir su relación con la víctima. En su declaración por videoconferencia desde Durando, la testigo K.B. que es prima de la esposa de la víctima ha indicado que no llevaba 30 años de relación con Javier Ardines, "tal y como se dice", sino que "mantuvieron relaciones sexuales esporádicas desde hacía cuatro años porque su matrimonio iba mal".
"Antes de diciembre --fecha clave para la investigación al enterarse Pedro Nieva de la infidelidad de su esposa-- yo ya estaba mal con mi marido, cada vez la relación iba a peor", ha indicado la testigo que ha asegurado que en el momento de los hechos "él hacía su vida por un lado y ella por otro". Ha insistido en que durante el último año "las cosas estaban fatal entre los dos" y ella también desconfiaba de su marido, de ahí que se mirasen el móvil mutuamente y que se enviasen mensajes de constantes reproches.
Katia ha exculpado a su marido del asesinato, pero además ha dicho que tras su primera declaración ante la Guardia Civil y tras montarse en el coche de su marido le advirtió: "creen que has sido tú". También ha quedado claro que en agosto de 2018 tras el asesinato de Ardines, pensó que su marido podía ser culpable, aunque hoy ante la Fiscal ha negado pensarlo y lo ha exculpado porque "tras hablar con él me dijo que no había sido".
La mujer ha asegurado que no supo nada del crimen que se cometió aquella madrugada cerca de donde ella estaba pasando unos días entonces, en Belmonte de Pría y que fue el hijo de Ardines, Iván, quien le avisó de que su padre estaba muerto, "al parecer de un infarto". Pero luego, durante el día, la hija de Ardines le dijo que su padre "tenía la cara destrozada" y por tanto comprendió que había sido asesinado.
Poco después fue interrogada por el capitán de la Guardia Civil de Gijón, que le preguntó si su marido era celoso y ella envió un mensaje a su marido: "Pedro. Qué has hecho". Y este le contestó. "Yo no hecho nada. Te lo juro. He estado en casa sin casi poder dormir toda la noche. Como todas las noches". Fue cuando Katia le pidió a su marido que acudiese a la Guardia Civil.
En su declaración de este lunes, Katia ha recordado que en las horas posteriores al crimen su marido "estaba bastante nervioso" y que se negó a acudir a Llanes porque "no estaba en condiciones de conducir y que por eso no quería venir solo, todo ello a pesar de que él habitualmente es una persona muy tranquila".