Una mujer logró huir ayer de su casa tras ser agredida por su expareja y pudo pedir ayuda a una patrulla de la Policía Local de Lleida que encontró en la calle.
Según ha explicado este martes la policía en un comunicado, la víctima, que abordó a la patrulla llorando, les explicó que su expareja, con quien no obstante seguía compartiendo piso, le acababa de propinar diversos puñetazos en la cara y patadas por todo el cuerpo.
La mujer dijo a los agentes que la atendieron que este tipo de agresiones eran constantes, aunque nunca había denunciado los hechos por miedo.
Los agentes trasladaron a la mujer al centro de atención primaria más cercano, donde le atendieron de sus heridas, y los agentes emprendieron la búsqueda sin éxito del autor de los hechos, hasta que, finalmente, él mismo se entregó y fue detenido.
En el día de ayer, un joven, de 28 años, confesó haber matado a su expareja, en el distrito de Sant Martí, en Barcelona. Fue él mismo quien se entregó a la Policía. La víctima, de 27 años y madre de un niño de 1 año, fue encontrada sin vida en la cama. Las primeras hipótesis apuntan a que habría fallecido a causa de un estrangulamiento.
Con este caso, se suman ya ocho mujeres asesinadas por violencia machista en lo que va de año.