Un individuo acusado de violar niños murió después de que una multitud encrespada le cortara en venganza por un ataque sexual previo. Se cree que el sospechoso no identificado formaba parte de una pandilla que participó en la violación de dos niñas de 14 y 18 años en Ivory Park, cerca de Johannesburgo, Sudáfrica.
Según la policía sudafricana, los hombres iban armados con un cuchillo y una pistola cuando abordaron a unas chicas que caminaban por la zona la noche del sábado 15 de junio y las violaron repetidamente. Un vecino de Ivory Park afirma haber presenciado el horrible ataque, tras lo cual alertó a la comunidad y rápidamente se formó una turba "enojada" que decidió tomarse la justicia por su mano.
Los justicieros persiguieron a los tres hombres y alcanzaron a uno de ellos. Le cortaron los testículos y después le golpearon hasta matarlo. Los otros dos lograron escapar de la muchedumbre, pero posteriormente fueron arrestados por agentes de Policía.
Las autoridades de la zona han abierto una investigación por asesinato por la muerte del presunto violador y han advertido a la ciudadanía de que nadie puede tomarse la justicia por su mano. Sin embargo, de momento no se ha detenido a ninguno de los civiles que participaron en la brutal agresión.