Leo Luna, un adolescente de 13 años ha muerto en el parque acuático 'Xenses' de Xcaret del estado mexicano de Quintana Roo al ser succionado junto a su padre por un filtro de agua. La familia del fallecido acusa a los responsables de "negligencia" y estos se defienden responsabilizando a un "error humano".
El joven disfrutaba el pasado 27 de marzo junto a su familia de unos días de descanso tras superar un contagio por coronavirus. Mientras jugaba en río artificial conocido como 'Río Salado', la víctima quedó atrapada por una pierna en un filtro de agua.
Fue el padre del menor, cardiólogo de profesión y que también resultó succionado el que logró rescatar a su hijo de la instalación, aunque ya presentaban graves lesiones y problemas para respirar dada la gran cantidad de agua que entraron en sus pulmones.
Tras ser atendido de urgencia en el lugar de los hechos, el joven fue trasladado a un centro sanitario donde fue estabilizado aunque posteriores complicaciones determinaron finalmente su fallecimiento.
La Fiscalía de Quintana Roo ha abierto una investigación por "homicidio involuntario" e investiga lo sucedido.
Según informa RT, el padre del menor fallecido ha acusado a los responsables de las instalaciones de "negligencia" y de no brindarles la atención necesaria en el momento de los hechos.
También acusan a la empresa de intentar ocultar sus responsabilidades al querer obligarles a firmar un documento exculpatorio como condición para entregarles el cuerpo sin vida de su hijo.
Por su parte, los responsables de Xcaret han asegurado que el trágico suceso se debió a un "error humano" y que ya se han tomado las medidas necesarias para subsanar este fallo.