Charlie estaba "demasiado asustado" y no quería entrar al agua solo. Pero su madre y la pareja de esta le permitieron ir solo. Y el pequeño se ahogó. Tan sólo un rato antes de que unos niños le sacaran del agua, el padrastro fue visto fumando, mientras decía "por el amor de Dios, ya estamos listos para ir. No sé dónde coño se ha metido".
Estas son algunas de las declaraciones de los testigos que ha escuchado el jurado, según informa el diario The Sun. El 23 de julio de 2016, el pequeño Charlie se ahogó en una de las piscinas del parque acuático Bosworth Water Park, en el Reino Unido.
El jurado de Birmingham acusa a Lynsey Dunn, la madre del niño y a su pareja de negligencia por permitirle entrar solo a una zona donde no podía pasar sin vigilancia. La fiscal Mary Prior afirma que el motivo por el que falleció es precisamente ese, que Charlie no estaba vigilado.
"Nadie sabe cómo pasó, nadie sabe por qué pasó y en el momento en el que murió ni la señora Dunn ni el señor Smith tenía idea de dónde estaba", ha sentenciado.
El juicio continúa para determinar qué pudo pasar, dado que en el parque acuático jamás se había vivido una tragedia similar.