Jordi Cussà, el escritor que reflejó la dureza de la heroína durante los años 80 y 90, ha fallecido a los 60 años de edad.
Cussà dio su gran salto a la literatura en el año 2000 con 'Cavalls salvatges', su primera novela en la que aparecen las historias reales de muchos jóvenes que "se dejaron la piel en la heroína", como narraba el autor. El año pasado él mismo tradujo su novela al castellano, con 'Caballos Salvajes'.
A principios de este año publicó el que se ha convertido en su último título, 'El primer emperador i la reina Lluna', con el que volvió a obtener el reconocimiento de la crítica.
En una entrevista que concedió a El Periódico, el autor narraba que la heroína es la prioridad del adicto: "Contar un día de la vida de un yonqui es fácil. Lo difícil es contar la evolución de un yonqui a lo largo de años", explicaba.
Además, habló abiertamente de su experiencia propia con las drogas y las etapas que pasó: "La segunda para mí empezó de verdad cuando decidí desengancharme porque me enamoré de una chica que no fumaba ni porros".
También habló abiertamente de su diagnóstico como portador del VIH: "Me dijeron que era portador del VIH, lo que entonces significaba que te podías ir a la puerta del cementerio y que dejabas de formar parte de la sociedad”.
Cussà ya tenía acabada su última novela, según recoge la Vanguardia. 'Les muses', sería su novela que se publicaría a fecha póstuma. Su director editorial ha confirmado que está acabada pero que todavía no tiene fecha de publicación.
Sobre Les muses, ha explicado en los planes que tenía con el autor: "Habíamos quedado para vernos la próxima semana. Personalmente, trabajar con él es de lo más bonito que me ha pasado. No he conocido a nadie para quien la literatura fuera tan exageradamente el motor de su vida", asegura.
"Él, escribiendo, no se daba cuenta de que estaba tan fastidiado", concluye.