La música de Stefano Bozzini - un anciano de 81 años que, sin poder visitar a su esposa en un hospital de Italia, decidió cantarle serenatas ante la puerta del centro que no permitía las visitas por la pandemia- no solo llegó a su mujer. Su gesto de amor dio la vuelta al mundo. Dos semanas después de darle el alta, Carla Sacchi ha fallecido.
Así lo ha comunicado a través de su cuenta de Facebook la alcaldesa de Piacenza, Patrizia Barbieri. "La historia del alpino Stefano Bozzini y su esposa Carla dio la vuelta al mundo: en esa serenata bajo las ventanas del hospital de Castelsangiovanni, todos reconocimos el amor, en la sencillez e inmediatez de su lenguaje universal. Hoy, la enfermedad ha roto su abrazo y me gustaría dirigir un pensamiento especial a ambos, en la emoción de toda la comunidad de Piacenza", ha escrito.
“Agradecer al Sr. Stefano por ese gesto de ternura que nos recordó lo que realmente significa amarnos. Hacer todo para que la otra persona no se sintiese sola, encontrando la forma de superar cualquier barrera. No tenga miedo de ser vulnerable, de mostrar lo que siente. Saber tocar el corazón de quienes amamos, hasta el último momento. Para nosotros, que hemos tenido el privilegio de mirar desde la puerta de nuestra casa esta maravillosa historia, las notas de ese acordeón siempre sonarán como un eco de esperanza en este año tan difícil”, ha añadido.
“Por supuesto, también son el símbolo del desapego, lamentablemente experimentado por tantos conciudadanos, que no nos permitieron estar cerca de nuestros seres queridos para acompañarlos en los últimos pasos de su camino. Pero dan testimonio, incluso antes, de la fuerza de un sentimiento que ningún virus, ninguna enfermedad puede extinguir o debilitar. Con profundo respeto por su dolor, nos sentimos cercanos al Sr. Stefano porque su música esa noche fue una Muere la mujer del anciano que le cantaba serenatas a las puertas del hospital en plena pandemia pero de alguna manera nos llegó a todos. No olvidaremos lo que nos has enseñado, pero siempre guardaremos su precioso ejemplo”, ha finalizado.
Sin poder estar a su lado, Stefano Bozzin demostró a su mujer de una forma genuinamente bella que no estaba sola, y que él seguía ahí sentado sobre un taburete en la calle, mirando a la ventana del hospital mientras de forma acompasada hace sonar las canciones favoritas de la mujer con la que estuvo 47 años comprometido.
Conmovidos por la escena, y para afortunadamente recordarnos que cada gesto cuenta y cada muestra de mantenernos unidos puede ayudar a combatir estos difíciles momentos, algunos testigos captaron el momento en que el hombre hacía sonar la música, como recoge CNN.
Aunque su esposa, Carla Sacchi, no padecía coronavirus, el hospital en el que se encontraba para realizarle unas pruebas de cáncer, ubicado en Emilia-Romaña, región al norte de Italia, no permite las visitas como parte de las restricciones impuestas para evitar contagios. En el momento en que Bozzini empezó a tocar con entusiasmo, afortunadamente Sacchi pudo asomarse desde una ventana situada en la segunda planta, desde donde pudo ver a su marido acompañada de otras dos personas. Fuera, en la calle, un hombre que estaba siendo testigo de los hechos exclamaba en un vídeo que ya es viral: “Bravo. Qué hermoso, este hombre está dando una seranata a su esposa, que está en el hospital”.