Leonor Gil, de 54 años, llevaba seis meses solicitando una cita médica presencial en Palencia. Sentía dolores en el estómago desde febrero y comer le suponía todo un suplicio. "Son gases" le llegaron a decir en dos ocasiones a través de la atención telefónica. El pasado mes de septiembre fallecía, víctima de un cáncer de colon con metástasis. Hasta hoy, su familia no ha sido capaz de denunciar esta "negligencia médica", según informa COPE.
Su hijo Jonathan, de 27 años, ha tenido fuerzas para contar ahora la dolorosa historia sobre la pérdida de su madre, casi dos meses después de su muerte, con el fin de animar a que todo aquel que haya pasado por lo mismo, "lo cuente". Aunque reconoce que de poco vale denunciar los hechos vía judicial, pues “eso no nos va a devolver a mi madre”.
Cuando comenzaron sus molestias, el primer diagnóstico médico que se le hizo determinaba “una falta de hierro y que tenia que tomar unas pastillas. En ese momento ya tenia cáncer, aunque no se había terminado de manifestar". Sin embargo, la mujer seguía sintiéndose mal durante marzo, cuando la familia intentó por primera vez acudir a consulta, sin conseguirlo por encontrarse en plena pandemia.
A partir de ahí, comenzó un largo recorrido marcado por cientos de llamadas, en busca de una cita presencial no concedida, y dolores persistentes en la víctima. En ciertas etapas su estado de salud derivó en cuadros de fiebre, provocando pruebas PCR que siempre resultaron negativas. “Será covid, nos decían” pero “no todo es coronavirus, lo demuestran las 6 pruebas PCR negativas", critica la familia.
Hacia finales de agosto, seis meses después de los primeros síntomas, la situación de Leonor empeoró considerablemente. Los dolores llegaron a un punto que le obligó a presentarse en la consulta de su medico de cabecera. Pero “ni la miró” ,asegura Jonathan. El médico de familia la envió de urgencia al hospital Río Carrión, donde ”le detectaron un cáncer de colon con metástasis en el hígado”.
“Mi madre duró dos semanas tras el diagnostico, 17 días”, explica Jonathan, que se ha animado a contar el suceso de su madre, gracias a otros casos que han salido a la luz pública durante los últimos días. “La gente tiene que saberlo. Deben conocer que hay muchos casos así, no solo están muriendo personas de coronavirus, también hay pacientes con otras dolencias que deben atenderse. Mi madre tenia toda una vida por delante, era una mujer sana, hacia deporte y ahora sabemos que tenia un alto umbral para el dolor. Estamos destrozados”, argumenta el hijo.