Impulsados por las cálidas temperaturas, los mosquitos regresan en tromba a una España que lucha por doblegar y superar la pandemia del coronavirus, que deja ya en nuestro país un total de 25.857 muertos y más de 220.325 casos tras registrarse, en el último balance ofrecido por Sanidad, 244 decesos y 685 contagios más.
Con España encaminada decididamente hacia la fase 1 de la desescalada, que iniciará este 11 de mayo en la mayoría de las provincias, la gente ha vuelto paulatinamente a las calles y poco a poco se irán abriendo más espacios como las zonas verdes y los parques, donde precisamente, reinan estos insectos que ahora centran la preocupaciónm y las dudas de algunos ciudadanos que, temerosos, llegan a preguntarse si los mosquitos podrían llegar a contagiar y transmitir el COVID-19.
La respuesta, precisada por la propia Organización Mundial de la Salud, frena toda alarma en este aspecto: no transmiten la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2. “El nuevo coronavirus es un virus respiratorio que se propaga principalmente por contacto con una persona infectada a través de las gotículas respiratorias que se generan cuando esta persona tose o estornuda, por ejemplo, o a través de gotículas de saliva o secreciones de la nariz. Hasta la fecha no hay información ni pruebas que indiquen que el nuevo coronavirus pueda transmitirse por medio de mosquitos”, recoge la OMS en su página web en la sección de consejos para la población al respecto de los rumores sobre el virus, donde añaden: “Para protegerse, evite el contacto cercano con cualquier persona que tenga fiebre y tos, y practique una buena higiene de las manos y de las vías respiratorias”, indicando, como han reiterado una y otra vez las autoridades sanitarias de cada raíz, que el distanciamiento social y el mantenimiento de una higiene adecuada tanto en el ámbito personal como en el privado, realizando un lavado de manos frecuente, es la mejor medida de prevención al alcance de todos que podemos tomar.
Más allá, si bien los expertos coinciden en esa observación al respecto de los mosquitos, lo que sí insisten en afirmar, así como lo ha manifestado también en sucesivas ocasiones el ministro de Sanidad, Salvador Illa, entre otros, es que hay que ser muy precavidos porque “aún hay muchas cosas del virus que se desconecen”, y la comunidad científica continúa trabajando contrarreloj a este respecto para entender cómo se comporta el coronavirus y poder así, en consecuencia, desarrollar herramientas y tratamientos eficaces al tiempo en que se trabaja en la ansiada vacuna.
A este respecto, mientras la OMS ya ha aseverado que “todas las pruebas sugieren que el virus tiene un origen animal natural”, explicando que el salto del coronavirus hacia los humanos no tuvo por qué producirse directamente desde un murciélago, dado que existe un contacto "limitado" con esta especie, sino que es "más probable" que hubiese otro animal "intermedio", tanto salvaje como domesticado, que hiciese las veces de transmisor.
Entre tanto, de lo que alertan es de que, ante las fases de desescalada que se están acometiendo en múltiples países, se deben abordar de forma muy controlada y medida de acuerdo a los indicadores epidemiológicos y la capacidad de respuesta del sistema sanitario porque, de hacerlo demasiado rápido, puede haber rebrotes, algo que temen también expertos como Julio García Rodríguez, jefe de Microbiología del Hospital de la Paz de Madrid, quien en una entrevista para Informativos Telecinco ha manifestado que “ahora nos encontramos igual que a principio de marzo, o peor incluso”, señalando que, en esa misma línea, les “preocupa un posible rebrote”.