Según ha analizado el informe “El estado de la salud infantil en España, 2019. ¿Cómo ha variado desde 2016?” un 56,3% de los menores podría tener un problema visual no corregido. El estudio, elaborado por la asociación Visión y Vida, ha tomado como muestra a 7.535 alumnos de 6 a 12 años y ha sentenciado que el estado de salud visual ha empeorado en los últimos tres años.
Solo el 11,4% de los familiares ha sospechado que su hijo puede tener un problema visual y los menores tampoco detectan su mala visión: un 60,6% se percataba en 2016, mientras que en 2019 solo lo hace el 15,8%. Unos datos que están relacionados con el fracaso escolar: dos de cada diez niños con malos resultados tienen problemas de visión binocular.
En España, la miopía se está disparando: el porcentaje es de un 62,5 % en la franja de 14 a 29 años. Pero no solo existen los problemas que conocemos –miopía, hipermetropía o astigmatismo-, sino también otras alteraciones visuales que pasan desapercibidas. Es importante realizar una revisión anual de los ojos a los niños.
Entre los síntomas que pueden evidenciar que existe un problema están: ver la televisión desde muy cerca, levantarse mientras se hacen los deberes, leer un texto muy cerca, rechazo a la lectura… También las pantallas perjudican la visión y 7 de cada 10 jóvenes utilizan el móvil entre cuatro y ocho horas al día. En este sentido, el vicepresidente de Visión y Vida, Lluis Bielsa, ha destacado la importancia de que los padres eviten esta exposición a los dispositivos electrónicos.
Para prevenir una mala visión, tanto la asociación encargada de hacer el estudio como la Organización Mundial de la Salud, coinciden en que es necesario realizar actividades al aire libre. Expertos explican que la exposición a la luz de la calle ralentiza la progresión de la miopía en personas miopes hasta en un 50%. También aconsejan establecer periodos de descanso tras veinte minutos de actividad prolongada de vista de cerca, ya que los ojos están concebidos para ver de lejos.