Pedro, el menor de 17 años víctima de la ola de calor, falleció tras ayudar en la siega de la finca familiar

Tenía tan solo 17 años y falleció tras estar trabajando en el campo para ayudar a su familia con la siega en una finca de Castro del Río, en Córdoba. A pleno sol, empezó a sentirse mal. Se metió en la piscina para refrescarse, y unos minutos después empezó con convulsiones. Cuando los facultativos, tras recibir el aviso, acudieron a la casa familiar, la temperatura corporal del joven era demasiado alta, y fue trasladado al Hospital Universitario Reina Sofía en ambulancia. Allí, Pedro, como se llamaba el joven, fue ingresado en estado de coma en la Unidad de Cuidados Intensivos, sufriendo durante la noche dos paradas cardiacas, falleciendo finalmente durante esta madrugada.

Rotos de dolor, en la localidad lloran hoy la muerte del joven, y a las 19 horas se ha oficiado la misa funeral en la Parroquia de la Asunción de Castro del Río, cuyo Ayuntamiento ha decretado este viernes día de luto oficial. Además, las banderas de los edificios municipales ondearán a media asta durante la jornada, en señal de duelo.

A ese duelo se suman también en Valladolid, donde se investiga la muerte de un anciano de 93 años que paseaba por la calle cuando repentinamente se desmayó. Será la autopsia la que diga si, en este caso, la muerte también se produjo debido a la ola de calor que asola a España dejando temperaturas que en algunos puntos llegan a superar los 40 grados centígrados.

En Murcia, también un hombre que trabajaba en una finca está ingresado en la UCI grave por otro golpe de calor. Son temperaturas en las que el cuerpo no está acostumbrado, pero hay formas de prevenir.

“Salir a primera hora de la mañana, descansar a mitad del día, hidratarnos, utilizar ropas que nos permitan sudar…”, recomiendan los expertos como Rufino Álamo, del Servicio de Salud Pública de Castilla y León.