Un coche se salta un semáforo rojo en la salida de un colegio en El Candado, Málaga, y atropella a un niño que pasaba por el paso de cebra, causándole una fractura de peroné. Este es relato de lo que le sucedió a Joaquín, un menor de 11 años y estudiante de Platero Green School, el pasado 10 de noviembre, según su madre que ha contado los hechos al diario Sur. El pequeño fue víctima de un accidente de tráfico, en el que, según ha descrito su hermana, un coche lo arrastró seis metros hasta que cayó al suelo. El caso ha causado especial preocupación entre diferentes colectivos de padres, después de que hace unos días una menor de 6 años muriese atropellada en el entorno de otro colegio en Madrid.
Joaquín iba con su hermana Emma, de 14 años, cuando, según ha relatado su madre, un coche que se encontraba parado en el paso de cabra, aceleró a pesar de que el semáforo continuaba en rojo, llevándose al niño por delante. "Emma me contó, con todo detalle, que su hermano se intentó agarrar al capó para no caerse y ahí lo arrastró unos seis metros, hasta que ya cayó al suelo", ha explicado la madre.
La niña decidió entonces llamar a su madre, aunque siempre manteniendo la serenidad. "Me llamó y lo primero que me dijo era que no me preocupase, que Joaquín había tenido un accidente pero que se encontraba bien y estaba consciente".
El pequeño fue trasladado en ambulancia al servicio de Urgencias Pediátricas del Materno de Málaga, donde fue diagnosticado y dado de alta el mismo día. El atropello le ha causado una fractura, que afecta al cartílago de crecimiento, tipo II de peroné, requiriendo su inmovilización con férula y un tratamiento con analgésicos.
A pesar de que no haya que lamentar daños mayores, la familia de Joaquín ha puesto este accidente en manos de un abogado después de que la conductora del vehículo no preguntase al niño si se encontraba bien y le echó la culpa del incidente. Según la conductora fue el niño el que no cruzó debidamente por el paso de peatones.
La salida de los colegios suelen estar repletas de padres y niños que se aglomeran, tanto andando como en coche. Lo que hace que sean estos entornos especialmente proclives a los accidentes.
Hace unos días, en el barrio madrileño de Mirasierra, en la salida de otro colegio se vivieron momentos mucho más trágicos. Una madre se equivocó con las marchas de un coche automático y se subió inintencionadamente a la cera, atropellando a tres niñas que salían del centro educativo.
Una de las pequeñas, de seis años, murió en el acto y las otras dos, de 10 y 12 años, fueron heridas de gravedad. La conductora, madre de otro alumno, dio negativo en el control de alcohol y drogas.