Los alumnos del colegio Monteagudo, de Murcia, vuelven hoy a clase, en medio de una profunda agitación. Ayer, un alumno de solo 13 años apuñalóalumnos apuñaló, presuntamente, a su profesor de inglés en mitad de una clase. “Enseñó un cuchillo avisando que iba a hacer algo”, han contado los compañeros.
Fueron esos compañeros quienes trataron de parar la agresión y arrebatarle el cuchillo con el que el estudiante atacó al docente por la espalda.
El chico, de 13 años, llegó al colegio por la mañana armado con un cuchillo. “Un cuchillo de cocina, lo ha enseñado, avisando que iba a hacer algo durante el día, pensaban que era una broma”, ha contado un compañero.
Pero de broma no tuvo nada y apuñaló a su profesor de inglés por la espalda, mientras la víctima escribía en la pizarra. “Parece que había tenido un rifirrafe con él”, ha apuntado el compañero a las puertas del colegio Monteagudo.
Ni los alumnos ni los padres asimilan lo ocurrido. “No es normal que en un colegio que pasen estas cosas”, dice un hombre. “Estas cosas no se pueden tolerar”, señala una madre a las puertas del centro.
El docente sigue hospitalizado pero fuera de peligro. Nadie sabe por qué actuó con tanta violencia. “De esa persona nadie se hubiera esperado una reacción así”, dice una estudiante.
La pandemia podría haber influido en la capacidad de los menores para socializar. “Han acumulado ira, rabia contenida que no han salido gestionar”, señala Gemma Jimeno, educadora social.
Sin embargo, el trasfondo de ataques como este van mucho más allá. Porque está agresión podría haber tenido un resultado todavía más trágico.