Los satélites europeos dieron la voz de alarma al ver una enorme columna de gas, con cantidad de récord: dos vertederos del sur de Madrid, responsables de la fuga de metano más importante de Europa. Son los de Valdemingomez y Pinto, el más grande de España.
En este último, situado en el corazón de un espacio natural protegido, se vierten unas 800.000 toneladas cada año.
Unos tubos captan el metano que emite la materia orgánica enterrada y en otra planta, tras quemarlo, lo convierten en electricidad.
La mala gestión, según la Agencia Espacial, está detrás de las fugas, "comparables a las de un vertedero del tercer mundo". La Comunidad de Madrid, encargada de sancionarlo, cuestiona estas cifras. Mientras, los ecologistas denuncian el estado del vertedero.
"Rara vez está mejor el aire aquí que en el centro de Madrid". El pueblo de Pinto, por su parte, teme que, además del metano que calienta el planeta, otros gases intoxiquen el ambiente.