Joaquín y Josefa tienen 80 años y se han quedado en la calle. Su hijo ha solicitado su desahucio. Hace un mes aseguraba Josefa que "si alguien nos acogiera, se lo juro, que nos haría un favor"."Yo aquí me siento como una persona que está aquí de prestado", decía Joaquín.
Según ellos compraron la casa hace 38 años, aunque no la registraron. Aseguran que ese fue su error porque ahora su hijo la ha puesto a su nombre e intenta venderla. "El piso es mío y está a mi nombre en el contrato", reclama el padre.
Tenían que haber dejado el piso hace tiempo pero lo han aplazado varias veces debido a la enfermedad de Joaquín. Pero hoy no se han podido librar y han dejado la casa.
La versión de la otra parte es bien distinta: la abogada del hijo asegura que su representado compró el piso a los 18 años.