Zohra Shah es una niña paquistaní de ocho años que ha fallecido a consecuencia de la paliza que le propinaron por dejar escapar los loros que tenía la familia para la que trabajaba ilegalmente como empleada doméstica.
Los hechos tuvieron lugar en la ciudad de Rawalpindi, en el norte del país. La niña llevaba varios meses trabajando en la casa ayudando a cuidar al bebé de la pareja. El pasado domingo Zohra abrió la jaula de los loros para alimentarles, pero estos aprovecharon para irse volando. Como castigo, sus empleadores, que dirigen un negocio de compra y venta de animales, la golpearon hasta dejarla inconsciente antes de abandonarla en un hospital local, donde los médicos no pudieron hacer nada por su vida y murió el lunes.
Según la CNN, la investigación policial sostiene que cuando la víctima fue llevada al hospital todavía estaba viva. "Tenía heridas en la cara, las manos, debajo de las costillas y las piernas. También en los muslos, lo que sugiere que podría haber sido agredida sexualmente".
Los empleadores de Zohra han sido detenidos bajo acusaciones de asesinato premeditado y violación, y permanecerán en prisión preventiva durante tres días mientras se investiga y se reúne evidencia sobre las acusaciones. No serán acusados formalmente hasta que se haya completado la investigación. La menor estaba empleada para cuidar al niño de la familia y, a cambio, le ofrecieron pagar su educación.
El crimen ha provocado una intensa discusión sobre el trabajo infantil en la sociedad pakistaní. El país tiene un grave problema con este asunto, según un informe de 2018 de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), que estimó que unos 12 millones de niños trabajaban en el país. "Hablaremos de eso. Eso debe acabar", comentó el caso la senadora Sherry Rehman, del Partido Popular Pakistaní.