Rubén, detenido por los asesinatos de su exmujer y su hija de tres años en Esplugues de Llobregat, en Barcelona, llamó él mismo a la policía. Fue detenido en la vivienda familiar, ensangrentado con heridas que se había hecho él. Tras pasar por el hospital, ya está en comisaría. Mónica y la pequeña Quiara son las primeras víctimas de la violencia machista de este 2020.
El acusado, Rubén de 27 años, llamó al 112 pasadas las seis de la mañana y confesó que había matado a su expareja y su hija. Cuando llegó la policía las dos yacían muertas en la casa. Él no opuso resistencia cuando fue detenido. Estaba ensangrentado. Se había autolesionado en las muñecas y el cuello.
Por esas heridas fue trasladado al hospital el domingo y ya hoy está en comisaría a la espera de pasar a disposición judicial este miércoles.
Los vecinos habían escuchado por la noche a dos hombres discutiendo en el portal. Casi al amanecer, Rubén cometió los crímenes.
Él y Mónica, de 28 años estaban separados pero seguían viviendo bajo el mismo techo.
Mónica y su hija Quiara, de tres años, son las dos primeras víctimas de la violencia de género este 2020. Hoy el Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat, en Barcelona, celebra hoy el primero de los tres días de luto por la trágica muerte de sus vecinas.