Una petición publicada en Change.org, y que cuenta con el apoyo de más de 42.000 personas, denuncia que la masturbación en lugares públicos ante una persona mayor de edad, sin su consentimiento, es una infracción leve y no un delito y reclaman al Ministerio de Igualdad las reformas necesarias para que esta situación cambie.
Esta reclamación surge tras los hechos ocurridos en Valencia el pasado 5 de mayo, cuando alrededor de las 13.00 horas, Anna Paula Ferrao, impulsora de la iniciativa, presencia cómo un hombre comienza a masturbarse ante ella en una parada de autobús del centro de la ciudad.
Ferrao lo denunció a la Policía que, según relata, pasaba por la zona en ese momento, y los agentes tomaron nota de los datos del hombre que, en pocos minutos después "ya estaba libre". La Policía le explicó que masturbarse en espacios públicos ante una mujer, sin consentimiento de la misma, no es un delito si ella es mayor de edad, sino que es una infracción leve de acoso.
Es por eso que Ferrao ha decidido iniciar esta campaña, con el objetivo de que la ministra de Igualdad, Irene Montero, contemple este tipo de violencia machista como delito en la Ley de Garantía de la Libertad Sexual, conocida como Ley de 'solo sí es sí', que se encuentra en tramitación en el Congreso.
Ferrao señala que, tras contar su historia en Twitter, muchas mujeres se manifestaron relatando situaciones similares, en calles, medios de transporte, bibliotecas públicas, playas o parques.
"El acoso sexual es una conducta intrusiva o indeseada de los hombres en la vida de las mujeres", ha recordado Ferrao. En este sentido, su iniciativa recuerda los datos de la Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer 2019 de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, en esta materia: el 40,4% de españolas de más de 16 años ha reconocido haber sufrido acoso sexual en algún momento de su vida, la mayoría, de un hombre desconocido.
En su campaña, Ferrao también recurre a cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2019, sobre los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (exhibicionismo y provocación sexual, acoso sexual, agresión sexual, violación, abuso sexual, prostitución y corrupción de menores). Al respecto, destaca que la mayoría son cometidos por hombres, por lo que, a su juicio, "no se puede negar que detrás de estas violencias hay un evidente sesgo machista y misógino".
"Al considerar que la masturbación en espacios públicos delante de una mujer mayor de edad no es un delito, el poder legislativo actúa como cómplice del sistema patriarcal y otorga a los hombres el derecho de atentar contra la libertad de las mujeres impunemente, contribuyendo a la normalización y banalización de este tipo de violencia machista", denuncia Ferrao.
La impulsora de la petición, también denuncia que "la complacencia del poder legislativo ante situaciones de violencia sexual impacta negativamente no solo en las mujeres acosadas, sino en todas las mujeres".
A su juicio, el camino para erradicar el acoso sexual hacia las mujeres pasa por poner en marcha medidas de prevención y sensibilización, "con un enfoque en la masculinidad hegemónica, entendida como un problema socia". En su opinión, "lograr que la masturbación en público sea un delito, es un gran paso" en esta dirección.