Se cumplen diez años del horrible crimen de los niños Ruth y José, de seis y dos años, a manos de su padre. José Bretón fue condenado a 40 años de cárcel aunque solo cumplirá un máximo de 25.
La justicia dictaminó que José Bretón asesinó a sus hijos en la finca que tenían en Las Quemadillas, en Córdoba. A día de hoy el padre de Ruth y José cumple condena en la cárcel de Herrera de la Mancha en Ciudad Real.
Bretón planeó meticulosamente el asesinato de sus hijos. Primero los adormiló con medicamentos que él tomaba y compró grandes cantidades de gasolina. El padre de Ruth y José se deshizo de los cuerpos de sus hijos en una hoguera.
Denunció su desaparición en un parque de Córdoba pero las cámaras de seguridad le delataron. Se le vio solo entrando y saliendo del parque. Ahí se disparó la alerta para la policía.
En los primeros registros de la finca de las Quemadillas los investigadores hallaron pequeños huesos en una hoguera pero los expertos determinaron que eran de animales debido al minúsculo tamaño que tenían.
Años después, el antropólogo, Francisco Etxeberria, hizo en un segundo informe en el que concluyó que eran los huesos de los pequeños Ruth y José.
La madre de los pequeños, Ruth, lamenta la falta de apoyo de las víctimas de la violencia vicaria, la que ella sufrió. En declaraciones a Radio Córdoba Cadena SER, Ruth Ortiz, ha manifestado que desde que su expareja asesinó a sus hijos "no ha mejorado nada" en este sentido. No hay presupuesto para las víctimas de la violencia vicaria que “no tienen protección".
"Estamos totalmente desprotegidas, no se cobran las indemnizaciones grandes que los asesinos no pagan y el Estado no se hace cargo de ellas", ha afirmado la madre de Ruth y José. “Con el paso del tiempo, porque al principio no estás para darte cuenta de nada, no me entraba en la cabeza que mujeres que han pasado por lo mismo y no estábamos consideradas víctimas".
"Cuando empiezas a necesitar una serie de recursos y ayudas, te das cuenta de que para la ley y para la sociedad no eres víctima". Ahora Ruth pelea para que eso no sea así y que otras mujeres en su situación no sufran el mismo abandono. La madre de los niños de Córdoba ha destacado la labor para el reconocimiento dentro del Pacto de Estado contra la Violencia de Género de las madres cuyos hijos fueran asesinados.
Ruth ha detallado que cuándo mataron a sus hijos hace ahora 10 años "no había ayuda psicológica" para ella, ni a su familia. Además, ha pedido que "las víctimas de la violencia vicaria tengan preferencia en las bolsas de trabajo, igual que la hay para discapacitados". "No estamos en las mismas condiciones que cualquier otra persona a la hora de acceder a un trabajo” y "no hay ayudas de ninguna clase".