Conducir usando el 'manos libres' tiene un impacto en nuestra atención mayor del que imaginamos; concretamente una llamada usando este dispositivo, incluso si es relajada, disminuye la atención en un 40 por ciento. Y es que el 'manos libres' duplica el riesgo de cometer errores durante la conducción, desde salidas de la vía a atropellos y colisiones a una conducción agresiva, según el estudio 'Teléfono Móvil, Cansancio, Somnolencia y Distracciones al Volante', de Fundación Mapfre, en colaboración de Adhara Research y el Instituto de Movilidad Sostenible (IMS).
El riesgo se dispara cuando usamos la mensajería instantánea. Los conductores se vuelven casi ciegos a los pasos de cebra y a los semáforos. El citado estudio ha analizado la actividad cerebral de 24 conductores en un simulador de última generación, la mitad cansados y con sueño, y la otra mitad, descansados (al inicio del día y tras haber dormido con normalidad la noche anterior). El impacto en la atención al usar el 'manos libres' es similar al que experimentamos cuando conducimos agotados o somnolientos.
El estudio revela que si bien el WhatsApp es lo que más reduce la atención al volante (hasta un 53% menos respecto a una conducción normal), realizar una llamada "relajada" con un manos libres es lo que más dispara el número de errores al volante: de 33,7 a 79. El número de errores cometidos mientras se chatea, no obstante, es de 72,7 a la hora.
También apunta que atender una llamada relajada reduce la atención un 36%, un porcentaje que sube al 40% cuando la conversación es estresante. Así, el estudio ha confirmado el esfuerzo cognitivo que deben realizar los conductores, especialmente cuanto más complicada o estresante es la tarea que llevan a cabo con el móvil.
Además, el informe indica que conducir cansado y con falta de sueño reduce en más de la mitad (52%) el nivel de atención. Los mismos conductores que iniciaron la prueba con una atención del 50% (debido al cansancio), incrementaron su atención cuando respondieron una llamada relajada y otra estresante de tres minutos de duración. Los expertos lo denominan 'efecto despertar' y avisan de que el efecto de la llamada puede ser peligroso.
Al contrario de lo que sucede durante las llamadas, al menos durante los tres minutos iniciales, la conversación por WhatsApp sobrepasa las capacidades de los conductores cansados y somnolientos desde el primer segundo, y su atención sobre la conducción cae un 67%.
Los resultados de este informe apuntan que algunos conductores, principalmente mujeres, ponen en práctica acciones de conducción más prudentes para minimizar el riesgo que genera atender una conversación por WhatsApp, como, por ejemplo, reducir la velocidad y aprovechar las detenciones de los semáforos en rojo.
Como consecuencia de ello, las conductoras acumulan menos errores de conducción que el resto y son más precavidas que ellos. Destaca, además, que los conductores mayores cometen menos infracciones, pero más errores de conducción; y que los jóvenes incurren en más infracciones y gastan más combustible, sobre todo por su estilo de conducción.
"Las conversaciones por teléfono sólo deben producirse con el vehículo parado y en una zona segura. Este es el único mensaje seguro en la conducción. El sistema manos libres no es garantía de seguridad al volante", ha indicado el director de Prevención y Seguridad vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús. Durante la presentación del informe, Monclús ha asegurado que en 2003 se permitió el sistema manos libres, "una decisión adecuada con la información con la que entonces se disponía", pero ha defendido que en la actualidad se debería "reconsiderar".
"Un cerebro distraído puede funcionar bien en modo 'automático', cuando la demanda de atención es normal, pero no identificar a tiempo riesgos potenciales ni reaccionar adecuadamente en una situación compleja que requiera el cien por cien de nuestra atención", ha zanjado.
La nueva ley de Tráfico, que se encuentra en tramitación parlamentaria, endurecerá las sanciones por conducir y sujetar con la mano dispositivos móviles, con multas de 500 euros y la retirada de 6 puntos del carné. En la actualidad la sanción asciende a 200 euros y 3 puntos.