Los cerebros de las madres y los bebés están "más en sintonía" cuando la madre está feliz, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y que ha sido publicado en la revista 'NeuroImage'.
Para llevar a cabo el trabajo, los expertos utilizaron la electroencefalografía dual (EEG), un método para observar las señales cerebrales en las madres y los bebés mientras interactuaban entre sí, descubriendo así que las madres y los bebés tienden a sincronizar sus ondas cerebrales, un efecto conocido como conectividad neuronal interpersonal.
Asimismo, al observar las cualidades y la estructura de la conectividad neuronal interpersonal utilizando un método matemático de análisis de red, los investigadores pudieron ver cómo fluía por separado la información dentro de cada cerebro, y también cómo los dos cerebros operaban juntos como una red.
De esta forma, los expertos observaron que la interacción positiva, con mucho contacto visual, mejora la capacidad de los cerebros materno-infantil para funcionar como un solo sistema, lo que promueve el intercambio eficiente y el flujo de información entre la madre e hijo.
"De nuestro trabajo anterior sabemos que cuando la conexión neuronal entre madres y bebés es fuerte, los bebés son más receptivos y están listos para aprender de sus madres. "En esta etapa, el cerebro del bebé tiene la capacidad de cambiar significativamente y estos cambios son impulsados por sus propias experiencias. Al usar un tono emocional positivo durante las interacciones sociales, los padres pueden conectarse mejor con sus bebés y estimular su desarrollo mental", han explicado los expertos.
Al mismo tiempo, el trabajo ha evidenciado que los bebés de madres deprimidas pueden mostrar menos evidencia de aprendizaje debido a una conexión neuronal debilitada entre ambos, ya que suelen tener menos comunicación.
"Literalmente nuestras emociones cambian la forma en la que nuestros cerebros comparten información con los demás. Las emociones positivas nos ayudan a comunicarnos de una manera mucho más eficiente, mientras que depresión puede tener un poderoso efecto negativo en la capacidad de una madre para establecer conexiones con su bebé", han recalcado los investigadores.