Juristas y expertas en violencia de género han alertado este jueves en el Senado de la instrumentalización del maltrato animal como mecanismo que utilizan los agresores para dañar y controlar a las víctimas de violencia machista.
La Cámara Alta ha acogido el foro 'Protección integral de las víctimas de violencia de género y doméstica: contribuciones desde la consideración del vínculo con animales', en el que se ha exigido a los legisladores que adopten medidas para detectar y acabar con esta forma de violencia vicaria.
La exsenadora Vanessa Angustia ha explicado que el maltrato animal es una estrategia más que utiliza el agresor para hacer daño a la víctima de violencia de género, una cuestión invisibilizada que requiere atención.
En ese sentido, la psicóloga Raquel Aguado ha indicado que hacer daño a los animales de compañía con los que la víctima mantiene un vínculo emocional puede ser una forma de violencia psicológica y de control, entra en el "sistema coercitivo hacia la mujer".
Aguado ha sostenido que los animales de compañía suelen ser una fuente de apoyo emocional para estas mujeres, que están normalmente aisladas del entorno, y ha destacado que diversos estudios apuntan a que el maltrato animal es un indicador de riesgo en la violencia machista y que implica un riesgo mayor de agresiones más severas y frecuentes de violencia psicológica, física y sexual contra las mujeres.
Maltratar a un animal, ha dicho, es una herramienta que se utiliza para controlar y castigar a la mujer aislarla, coaccionarla, someterla, amenazarla y silenciarla: para evitar el maltrato del animal, la mujer se sitúa en una situación de riesgo.
"De la misma manera que se utiliza a los hijos para hacer daño a las mujeres, se hace con los animales de compañía", ha añadido la abogada Soledad Montserrat, quien ha alertado de que debería considerarse un tipo de violencia sobre la mujer. En la mayoría de los casos no se denuncian estas situaciones.
En el foro celebrado en el Senado, promovido por la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (APDDA) y Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (CoPPA), se han narrado casos concretos de maltrato animal con la intención de hacer daño a víctimas de violencia machista.
Por ejemplo, amenazar con dañar a un perro si no se mantenían relaciones sexuales, matar a un can después de que una joven rompiera la relación afectiva, o no alimentar a los animales si no se completaban las tareas domésticas.
La magistrada Leticia Badiola ha hecho hincapié en la ausencia de legislación para evitar estas situaciones y en la necesidad de sensibilizar a los jueces para que puedan tomar medidas de protección de los animales cuando dictan medidas para proteger a las mujeres, algo que también requeriría una modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim).
"Los animales están en una clara situación de desventaja jurídica", ha continuado, cuando se utilizan como arma arrojadiza para dañar a la mujer.
La abogada María González ha solicitado cambios en el Código Penal en lo relativo a las amenazas, los delitos sexuales y los delitos contra los animales y la inclusión de las órdenes de protección a animales en la Lecrim.