Las cifras de contagios, hospitalizados y muertos que nos deja cada día la pandemia no parecen ser suficientes para concienciar a quienes se siguen sintiendo imbatibles y a quienes ignoran el daño que pueden causar a las personas de su entorno. Más de 1.000 jóvenes han participado esta madrugada en un macrobotellón celebrado en la playa de la localidad vizcaína de Plencia que ha acabado con incidentes.
Los vecinos empiezan a estar hartos. Plencia de noche es un pueblo tomado por el botellón. Esta madrugada, alrededor de un millar de personas rodearon un bafle con música en la zona de playa, bebiendo, sin mascarillas, y sin repetar ninguna de las medidas, en un momento además en el que País Vasco se encuentra en plena quinta ola. Los más afectados ahora son los jóvenes, los últimos en recibir la vacuna.
Sgún varios testigos, en torno a las 03 horas de esta madrugada, dos grupos de amigos, unas 50 personas, se han enfrentado en una batalla campal también en la zona de playa de Plencia. El saldo de esta pelea, dos jóvenes heridos trasladados al hospital.
En Villabona, Guipúzcoa, otra situación tensa. Varios jóvenes comenzaron a tirar botellas a la Ertzaintza. Incluso antes de que se fueran los agentes llegaron a golpear su vehículo. Tras la salida de las autoridades, los concentrados lo celebraban.
La madrugada se salda con tres detenidos en San Sebastián, Villabona y Urretxu, pero muchos consideran que debería hacerse más. Algo que parece complicado, tras el crecimiento del nímero de jóvenes en botellones, aunque otros no piensan igual. "¿Qué es más importante la salud o la diversión? Tendremos que priorizar", comenta una mujer. Priorizar para intentar frenar una situación que está en nuestra mano.