El análisis más sofisticado hasta la fecha revela que comer de manera saludable casi siempre es lo mejor para el medio ambiente.
Según los investigadores, las dietas , por ellos está investigación está encaminada a informar sobre mejores opciones de alimentación.
Este análisis hizo una evolución de los impactos en la salud y el medio ambiente de 15 alimentos comunes en las dietas occidentales y descubrió que las frutas, verduras, legumbres y cereales integrales eran los mejores para evitar enfermedades y proteger el clima y los recursos hídricos. Por el contrario, comer más carne roja y procesada causa empeoramiento de la salud y contaminación.
El pescado generalmente es una opción saludable, pero tiene una huella ambiental mayor en promedio que las dietas basadas en plantas. Los alimentos con alto contenido de azúcar, como los bizcochos y las bebidas gaseosas, tienen un bajo impacto en el planeta pero son perjudiciales para la salud.
El efecto de las malas dietas en la salud de las naciones ricas es bien conocido, al igual que la necesidad de reducir el consumo de carne para hacer frente a la crisis climática y otras crisis ambientales . Pero este es el primer estudio en considerar ambos juntos en detalle.
Michael Clark, de la Universidad de Oxford, quien dirigió la investigación, afrimaba que: “Continuar comiendo de la manera en que lo hacemos amenaza a las sociedades, a través de enfermedades crónicas y la degradación del clima, los ecosistemas y los recursos hídricos de la Tierra”. "Elegir una mejor dieta y más sostenible es una de las principales formas en que las personas pueden mejorar su salud y ayudar a proteger el medio ambiente", añade.
Algunos grupos de agricultores argumentan que solo la carne producida de manera intensiva es seriamente perjudicial para el medio ambiente. Pero Clark dijo que reemplazar cualquier carne con alimentos de origen vegetal hace la mayor diferencia: "Cómo y dónde se produce un alimento afecta su impacto ambiental, pero en un grado mucho menor que la elección de alimentos", informaba.
Marco Springmann, también en Oxford y parte del equipo de estudio, dijo: “Ahora sabemos muy bien que las dietas predominantemente a base de plantas son mucho más saludables y más sostenibles que las dietas basadas en carne. Pero a veces todavía hay confusión entre las personas sobre qué alimentos elegir”.
Los científicos esperan que la información más detallada ayude a los consumidores, a los encargados de formular políticas y a las compañías de alimentos a tomar mejores decisiones. Los investigadores están trabajando actualmente en nuevos tipos de etiquetas de alimentos para ver si la información sobre la salud y el impacto ambiental cambian nuestra selección.
La investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, evaluó los alimentos de origen vegetal que incluyen frutas, verduras, legumbres, nueces, papas, cereales refinados y cereales integrales, y bebidas endulzadas con azúcar, y alimentos de origen animal como carne roja cruda y procesada, pollo, productos lácteos, huevos y pescado.
Utilizando datos de otros estudios sobre las dietas y los resultados de salud de decenas de millones de personas, principalmente en países occidentales desarrollados, calcularon el impacto en la salud de comer una porción adicional de cada alimento sobre enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes tipo 2 y cáncer colorrectal.
El daño ambiental para cada alimento, desde los gases de efecto invernadero hasta el uso del agua y la contaminación, se calculó en relación con una porción de vegetales. La producción de carne roja sin procesar tuvo el mayor impacto para todos los indicadores ambientales y fue muchas veces peor que las legumbres.
Los investigadores han destacado que los alimentos con un impacto ambiental medio o que no están significativamente asociados con problemas de salud, como cereales de grano refinado, lácteos, huevos y pollo, podrían ayudar a mejorar la salud y reducir el daño ambiental si reemplazaran alimentos como la carne roja.
El profesor Tim Benton, del grupo de expertos Chatham House, que no formaba parte del equipo, afirmaba: “La nueva investigación es el análisis más sofisticado hasta la fecha que une la salud y el medio ambiente. Si podemos producir pautas razonables de lo que es una dieta saludable y sostenible, y si esas pautas fueran adoptadas, el mundo y su habitantes estarían en un lugar mucho mejor".