Nacer y morir en La Línea: tiene la menor esperanza de vida de España, pero es la cuarta en hijos por mujer

Nacer en La Línea de la Concepción es fácil. Morir, también. Vayamos por partes, y empecemos, claro está, por la mejor, porque en La Línea la media de hijos por mujer es la cuarta más alta de España, 1,62. Sólo Melilla (2,17), Lorca (1,66), y Ceuta (1,64) superan esa cifra. Es así, como el hospital de una ciudad que ronda los 64.000 habitantes atendió, en 2019, 921 partos.

"Me ha sorprendido la noticia, nosotros manejamos el total de partos, pero no la `ratio´ por habitante, pero sí, en los últimos años ha habido un incremento del número de partos", reconoce el Jefe de Ginecología del Hospital de La Línea de la Concepción, Manuel Domínguez González. " Las madres aquí son un poco más jóvenes de la media nacional. Se quedan embarazadas un poquito más jóvenes y si tienes un primer embarazo más joven también te permite tener un segundo. Además aquí a nivel familiar gustan mucho los niños".

Se nota también en sus colegios y en su comercios. Mientras otras localidades cierran aulas, en La Línea conseguir la plaza deseada no es sencillo. Comprar ropa para niños es mucho más fácil. Casi una veintena de establecimientos compiten por vestir a los pequeños linenses.

"Yo tengo un niño de dos años, si tienes en cuenta que he pedido plaza en tres colegios y me ha entrado sólo en uno que me han dado ellos, si que hay niños", cuenta Marina, la encargada de `El Vestidor del Peque´. "Sí ,tenemos bastante movimiento en el negocio. Hombre, como todo ahora mismo ha bajado con el confinamiento, pero nos mantenemos abiertos que es lo importante".

La segunda parte de las cifras que ayer proporcionaba el Instituto Nacional de Estadística es mucho menos amable. La Línea repite como el municipio con menor esperanza de vida de las 126 ciudades estudiadas y es la única con una cifra inferior a 80 años (79,7). Son cinco años menos que los que viven los habitantes de las localidades más longevas del país.

"Está claro que estamos rodeados de un polígono industrial de industrias pesadas, en las que un día sí y un día no nos están fumigando. Muchos ciudadanos pensamos que la contaminación atmosférica mucho tiene que ver", dice Alfredo Valencia, un linense que trabaja en Gibraltar. "Pero hay otros factores sociales que se añaden. Carecemos de infraestructura social, educativa, de comunicaciones...Mira Gibraltar, no sale nunca en ningún ranking salvo el de las rentas per cápita más altas del mundo".

Para los expertos, y Antonio Escolar, epidemiólogo, ha trabajado mucho sobre el tema, la principal raíz de esta baja esperanza de vida no es otro que la pobreza.

"En Gibraltar respiran básicamente el mismo aire que en La Línea, están pegados, pero sus indicadores de salud son mucho mejores", apunta Escolar. "Yo como epidemiólogo lo llevo observando (la menor esperanza de vida en La Línea) desde hace décadas. Es el resultado del empobrecimiento al que la población de la ciudad de La Línea ha estado sometida. No se han cambiado estructuralmente las condiciones por las cuales una población es más sana que otra. Una de ellas es el trabajo, otra la educación, otras los servicios públicos y sanitarios. Esos déficits acaban reflejándose en este indicador. La esperanza de vida básicamente tiene que ver con las condiciones de vida de las personas".

Cara y cruz. La mala noticia requiere de medidas para corregirla, la buena de medidas para fomentarla. De la primera no es para estar orgulloso. De la segunda sí y, de hecho, en el servicio de Ginecología del hospital de la ciudad, aunque les gustaría tener más personal, lo están. Tienen mucho trabajo, reconocen, pero un trabajo que es una buena noticia para La Línea de la Concepción.